L D (EFE) La final de 200, pese a la holgura del triunfo de Gay, arrojó el mejor registro ganador (19.76) en once ediciones de los campeonatos. Con la seguridad de saberse, desde el domingo pasado, rey de la velocidad, Tyson Gay, el atleta con mejor combinación de marcas de la historia en 100 y 200 metros (9.85 y 19.62), repitió la hazaña de sus compatriotas Maurice Greene y Justin Gatlin consiguiendo el doblete de la velocidad en los campeonatos del mundo.
El domingo pasado había batido al plusmarquista mundial, el jamaicano Asafa Powell, en la final de 100 metros. Cuatro días después, en su octava carrera en Osaka, Gay batió por 15 centésimas al jamaicano Usain Bolt, que corría por su derecha en la calle cinco. Gay tomó la delantera desde el disparo -sólo tardó 143 milésimas en dejar los tacos de salida, frente a las 159 de Bolt- y disfrutó de una plácida final. Su compañero de entrenamientos Wallace Spearmon, al que ya batió en los campeonatos de Estados Unidos, completó el podio con una marca de 20.05 segundos.
Irving Saladino tuvo que batir el récord centroamericano con un postrer salto de 8,57 para devolver el título mundial de longitud a Latinoamérica después de dos victorias consecutivas del estadounidense Dwight Phillips. La final de longitud, llamada a convertirse en un cara a cara exclusivo entre los dos, recibió un pretendiente inesperado en la última ronda, cuando el italiano Andrew Howe brincó al primer lugar con un registro de 8,47 que superaba en un centímetro el hasta entonces mejor salto del panameño.
Pero Saladino, al más puro estilo Pedroso, sacando lo mejor de sí mismo después de esperar a que terminara la ceremonia de entrega de medallas de 400 m.vallas y cuando la presión era más fuerte, voló hasta los 8,57 metros y serenó los ánimos de Howe, que dando saltos de alegría ya se había creído campeón. La rivalidad entre Phillips, que buscaba su tercer título, y Saladino, que perseguía su primer "grande", se reflejó desde el primer salto: el norteamericano logró un registro de 8,30 que el panameño, tras un primer nulo, igualó en la segunda ronda.
Esa marca parecía reservarles ya los dos primeros puestos, pero la balanza se desequilibró con estrépito en la tercera ronda. El panameño residente en Brasil rompió el concurso con un salto de 8,46 desalentador para sus adversarios. Phillips sólo vivió ya para buscar el milagro, arriesgando sobre la tabla, pero su táctica no le dio frutos y, al final, el salto de Howe relegó al norteamericano al tercer puesto del podio.
Saladino, un peso ligero como Pedroso (mide 1,76 y pesa 70 kilos), confirmó en Osaka su condición de número uno del salto de longitud que adquirió ya el año pasado con su marca de 8,56 y el subcampeonato mundial en pista cubierta. En la final femenina de 400 metros vallas, Jana Rawlinson, que con su apellido de soltera (Pittman) fue campeona mundial júnior el año 2000 en Santiago de Chile y absoluta en París 2003, consiguió con el de su marido la segunda corona mundial de 400 metros vallas al tiempo que dio al equipo australiano su primera medalla en los Mundiales de Osaka.
Casada con el ex vallista británico Chris Rawlinson, la australiana batió a la rusa Yuliya Pechonkina y le arrebató el título al cabo de un intenso mano a mano en la recta final. Venció Jana con 53.31 seguida de la defensora del título (53.50) y de la polaca Anna Jesien (53.92).
La alemana Betty Heidler se hizo un nombre en la especialidad de martillo con su primera medalla de oro en alta competición, dos años después de ser eliminada en la calificación de Helsinki. El año pasado tampoco brilló en los Europeos de Gotemburgo (sexta), pero en Osaka cambió su suerte. Con un tiro de 74,76 metros en su segundo intento superó en dos centímetros a la cubana Yipsi Moreno, dos veces campeona mundial.
La cubana, que venía de ser subcampeona hace dos años en Helsinki (sus oros datan de Edmonton 2001 y París 2003), persiguió durante cuatro rondas el tiro que le diera su tercera corona pero se quedó con 74,74. La medalla de bronce fue para la china Xenxiu Zhang con 74,39.
El domingo pasado había batido al plusmarquista mundial, el jamaicano Asafa Powell, en la final de 100 metros. Cuatro días después, en su octava carrera en Osaka, Gay batió por 15 centésimas al jamaicano Usain Bolt, que corría por su derecha en la calle cinco. Gay tomó la delantera desde el disparo -sólo tardó 143 milésimas en dejar los tacos de salida, frente a las 159 de Bolt- y disfrutó de una plácida final. Su compañero de entrenamientos Wallace Spearmon, al que ya batió en los campeonatos de Estados Unidos, completó el podio con una marca de 20.05 segundos.
Irving Saladino tuvo que batir el récord centroamericano con un postrer salto de 8,57 para devolver el título mundial de longitud a Latinoamérica después de dos victorias consecutivas del estadounidense Dwight Phillips. La final de longitud, llamada a convertirse en un cara a cara exclusivo entre los dos, recibió un pretendiente inesperado en la última ronda, cuando el italiano Andrew Howe brincó al primer lugar con un registro de 8,47 que superaba en un centímetro el hasta entonces mejor salto del panameño.
Pero Saladino, al más puro estilo Pedroso, sacando lo mejor de sí mismo después de esperar a que terminara la ceremonia de entrega de medallas de 400 m.vallas y cuando la presión era más fuerte, voló hasta los 8,57 metros y serenó los ánimos de Howe, que dando saltos de alegría ya se había creído campeón. La rivalidad entre Phillips, que buscaba su tercer título, y Saladino, que perseguía su primer "grande", se reflejó desde el primer salto: el norteamericano logró un registro de 8,30 que el panameño, tras un primer nulo, igualó en la segunda ronda.
Esa marca parecía reservarles ya los dos primeros puestos, pero la balanza se desequilibró con estrépito en la tercera ronda. El panameño residente en Brasil rompió el concurso con un salto de 8,46 desalentador para sus adversarios. Phillips sólo vivió ya para buscar el milagro, arriesgando sobre la tabla, pero su táctica no le dio frutos y, al final, el salto de Howe relegó al norteamericano al tercer puesto del podio.
Saladino, un peso ligero como Pedroso (mide 1,76 y pesa 70 kilos), confirmó en Osaka su condición de número uno del salto de longitud que adquirió ya el año pasado con su marca de 8,56 y el subcampeonato mundial en pista cubierta. En la final femenina de 400 metros vallas, Jana Rawlinson, que con su apellido de soltera (Pittman) fue campeona mundial júnior el año 2000 en Santiago de Chile y absoluta en París 2003, consiguió con el de su marido la segunda corona mundial de 400 metros vallas al tiempo que dio al equipo australiano su primera medalla en los Mundiales de Osaka.
Casada con el ex vallista británico Chris Rawlinson, la australiana batió a la rusa Yuliya Pechonkina y le arrebató el título al cabo de un intenso mano a mano en la recta final. Venció Jana con 53.31 seguida de la defensora del título (53.50) y de la polaca Anna Jesien (53.92).
La alemana Betty Heidler se hizo un nombre en la especialidad de martillo con su primera medalla de oro en alta competición, dos años después de ser eliminada en la calificación de Helsinki. El año pasado tampoco brilló en los Europeos de Gotemburgo (sexta), pero en Osaka cambió su suerte. Con un tiro de 74,76 metros en su segundo intento superó en dos centímetros a la cubana Yipsi Moreno, dos veces campeona mundial.
La cubana, que venía de ser subcampeona hace dos años en Helsinki (sus oros datan de Edmonton 2001 y París 2003), persiguió durante cuatro rondas el tiro que le diera su tercera corona pero se quedó con 74,74. La medalla de bronce fue para la china Xenxiu Zhang con 74,39.