L D (Agencias) "El equipo tiene que estar peleando por estar en Europa, sería un absurdo que este equipo que ha estado a punto de clasificarse para la UEFA no decir que intentaremos clasificarnos. Además tenemos que llegar lo más lejos posible en la Copa", dice el técnico. Txingurri entiende que la decisión de apostar por un entrenador sin experiencia en Primera División tiene ciertos riesgos, aunque confía en sus posibilidades.
"Para mí es un privilegio entrenar al Athletic, entiendo que la elección de un entrenador sin experiencia en primera tiene sus dosis de riesgo, pero es más para las personas que me han elegido que para el propio club. Apostar por alguien de la casa tiene también sus riesgos, pero no para el club. Me siento orgulloso de poder entrenar al Athletic y del paso que ha dado la Junta Directiva", analizaba el entrenador.
Valverde considera que la plantilla con la que contará la próxima temporada, en la que no habrá más incorporaciones que el regreso de los jugadores cedidos, es mejor que en el que jugó, pero reconoció que tiene un serio problema en el centro del campo ya que la salida del equipo de los medio centros Urrutia y Alkiza y los interrogantes sobre Carlos Gurpegi pueden dejar a Orbaiz como único centrocampista claro.
"Este equipo tiene un potencial superior al que jugué yo, pero también creo que en aquel equipo había gente que era referente y tenía liderazgo que llevaba al grupo adelante en situaciones complicadas. Tiene que haber un espíritu y ambición que esperamos conseguirlo, me gustaría contar con jugadores que empujen al resto", asegura.
Acerca del fútbol que intentará que el Athletic ofrezca, Valverde dice que buscará el equilibrio entre defensa y ataque para llegar a las victorias y que contará con un grupo de entre 21 y 23 jugadores. "El fútbol es como una manga corta en la que si te tapas arriba te quedas descubierto abajo, esperaremos que la manga sea un poco más grande que las demás para taparnos en ataque y defensa un poco más", indicaba el entrenador del Athletic.
El técnico, que coincidió en su última etapa como futbolista con algunos jugadores de la actual plantilla, considera que la relación directa y fluida entre los jugadores y el entrenador es prioritaria. "Yo me baso mucho en el respeto mutuo entre todos. Creo que hay que hablar abiertamente las cosas y no dejar pasar los problemas sino afrontarlos, quiero respetar a los jugadores y espero lo mismo de ellos", asegura Valverde. Transmitir ilusión a la afición rojiblanca se convierte en el primer objetivo de Ernesto Valverde al frente del Athletic de Bilbao.
"Para mí es un privilegio entrenar al Athletic, entiendo que la elección de un entrenador sin experiencia en primera tiene sus dosis de riesgo, pero es más para las personas que me han elegido que para el propio club. Apostar por alguien de la casa tiene también sus riesgos, pero no para el club. Me siento orgulloso de poder entrenar al Athletic y del paso que ha dado la Junta Directiva", analizaba el entrenador.
Valverde considera que la plantilla con la que contará la próxima temporada, en la que no habrá más incorporaciones que el regreso de los jugadores cedidos, es mejor que en el que jugó, pero reconoció que tiene un serio problema en el centro del campo ya que la salida del equipo de los medio centros Urrutia y Alkiza y los interrogantes sobre Carlos Gurpegi pueden dejar a Orbaiz como único centrocampista claro.
"Este equipo tiene un potencial superior al que jugué yo, pero también creo que en aquel equipo había gente que era referente y tenía liderazgo que llevaba al grupo adelante en situaciones complicadas. Tiene que haber un espíritu y ambición que esperamos conseguirlo, me gustaría contar con jugadores que empujen al resto", asegura.
Acerca del fútbol que intentará que el Athletic ofrezca, Valverde dice que buscará el equilibrio entre defensa y ataque para llegar a las victorias y que contará con un grupo de entre 21 y 23 jugadores. "El fútbol es como una manga corta en la que si te tapas arriba te quedas descubierto abajo, esperaremos que la manga sea un poco más grande que las demás para taparnos en ataque y defensa un poco más", indicaba el entrenador del Athletic.
El técnico, que coincidió en su última etapa como futbolista con algunos jugadores de la actual plantilla, considera que la relación directa y fluida entre los jugadores y el entrenador es prioritaria. "Yo me baso mucho en el respeto mutuo entre todos. Creo que hay que hablar abiertamente las cosas y no dejar pasar los problemas sino afrontarlos, quiero respetar a los jugadores y espero lo mismo de ellos", asegura Valverde. Transmitir ilusión a la afición rojiblanca se convierte en el primer objetivo de Ernesto Valverde al frente del Athletic de Bilbao.