L D (EFE) "El que haya visto la jugada verá que no hubo agresión en ningún momento, yo no le suelto el codo, sino que le doy al bajar el brazo, y eso no es ni mucho menos para roja directa", señaló Torres, que no pudo ocultar su enfado por su expulsión, en un encuentro en el que como aseguró no paró de "recibir patadas" "No estoy cabreado, pero sí indignado, porque en un partido que no paras de recibir patadas, al final al que expulsan es a mí. Me parece increíble", añadió el rojiblanco.
Torres, que recordó que hasta este sábado nunca había visto una tarjeta roja directa en su vida, se mostró convencido de que su expulsión no se hubiera producido, si el colegiado hubiera castigado, en la jugada precedente, un supuesto cabezazo del centrocampista del Málaga Miguel Ángel. "Diez segundos antes hay un cabezazo de Miguel Ángel que es de roja directa, y que el árbitro no quiere ver. Si esa jugada hubiera acabado en expulsión, la siguiente no se habría producido", comentó el delantero. Pese a todo, Torres aseguró no sentirse perseguido por los árbitros, aunque a su juicio, su acción no es merecedora de expulsión, incluso "ni de tarjeta amarilla".
El internacional español negó que su comportamiento se debiera a "ningún calentón", sino a la necesidad de luchar por cada balón para tratar de remontar un encuentro en el que el Atlético iba perdiendo, en esos momentos, por 3-1. "Insisto en que no hubo agresión. Fue una jugada más, como demuestra que Josemi no necesitara ni asistencia. No hubo ningún calentón, ni me dejé llevar por las provocaciones, simplemente íbamos perdiendo, y eso es lo que te hace ir a por todos los balones y no pensar en el siguiente partido", señaló el atlético.
Torres, que recordó que hasta este sábado nunca había visto una tarjeta roja directa en su vida, se mostró convencido de que su expulsión no se hubiera producido, si el colegiado hubiera castigado, en la jugada precedente, un supuesto cabezazo del centrocampista del Málaga Miguel Ángel. "Diez segundos antes hay un cabezazo de Miguel Ángel que es de roja directa, y que el árbitro no quiere ver. Si esa jugada hubiera acabado en expulsión, la siguiente no se habría producido", comentó el delantero. Pese a todo, Torres aseguró no sentirse perseguido por los árbitros, aunque a su juicio, su acción no es merecedora de expulsión, incluso "ni de tarjeta amarilla".
El internacional español negó que su comportamiento se debiera a "ningún calentón", sino a la necesidad de luchar por cada balón para tratar de remontar un encuentro en el que el Atlético iba perdiendo, en esos momentos, por 3-1. "Insisto en que no hubo agresión. Fue una jugada más, como demuestra que Josemi no necesitara ni asistencia. No hubo ningún calentón, ni me dejé llevar por las provocaciones, simplemente íbamos perdiendo, y eso es lo que te hace ir a por todos los balones y no pensar en el siguiente partido", señaló el atlético.