(Libertad Digital) Este final de Liga puede suponer un punto de no retorno para el Barcelona. No ganar el tercer campeonato ha de traer cambios para espantar de raíz los vicios que han provocado el derroche liguero. El apático Frank Rijkaard no transmitía señales de reacción y, jornada tras jornada, el equipo repetía su imagen de rey borracho haciendo el ridículo ante la corte. Pero era -y es- rey, a fin de cuentas. Los abrazos entre Paco Flores y Rijkaard durante la semana hacen presagiar que el partido ante el descendido Nástic será una pachanga en la que a los jugadores azulgrana les va a faltar llevar el pinganillo colgando para escuchar en la radio lo que pase en Concha Espina. El holandés se los lleva a todos, ya sea para celebrar algo o para anunciarles otra cosa muy distinta si ocurre lo peor.
Campeón por convencimiento
La inercia del Real Madrid lo ha traído, casi sin querer, líder a la última jornada. Fabio Capello sí cercenó los malos hábitos y metió en cintura a unos hombres que llevan tres años a dos velas. Y es que en la última parte de la temporada, el Real Madrid ha ganado muchos de sus partidos -los que se pusieron más difíciles- solamente por la convicción de que, tarde o temprano, los resolvería. Sólo así se entienden victorias como la lograda ante Sevilla, Valencia o Recreativo, o el último empate ante el Zaragoza.
Este domingo es el momento de olvidar malos ratos y tres años en blanco, pero a ver quién es el valiente que se otorga los méritos. Ramón Calderón debería haber escarmentado por su show en La Romareda y ahora Fabio Capello puede darle con otra puerta en las narices, porque habrá miradas que no se van a cruzar y abrazos más fuertes con unos que con otros. Si gana, ha de seguir... Y no sería raro que alguien pidiera elecciones a la presidencia por la acumulación de barbaridades que han salido de su boca desde el pasado dos de julio. Pero si la maldición de las islas se consuma por tercera vez, Ramón Calderón se agarrará a ese clavo ardiendo para justificar lo que quiere desde mitad de campaña: echar al italiano.
"Tienes que solucionarme lo de Diarra". Dicho y hecho, aunque casi tan tarde que igual hubiera valido el nunca. La familia del africano ha sufrido amenazas porque el centrocampista ha abandonado su selección para estar ante el Mallorca. Además, llega tras una odisea burocrática y de intercambios de vuelo, por lo que sólo ha entrenado el sábado por la mañana. Pero es un talismán con el que el Real Madrid no ha perdido ni un solo encuentro. Y qué mejor manera de despedirse para David Beckham y Roberto Carlos que con el maliense, tótem de los tres puntos seguros, en el campo. Ambos, dos de los mejores especialistas en sus facetas en la historia del fútbol, cierran su etapa en el Real Madrid después de un año en el que, tras pasar por el purgatorio, vestirán por última vez la sábana blanca como los auténticos ídolos que han sido durante estos años.
Juande Ramos y su Sevilla, tranquilos
Y el Sevilla, no se olvide nadie, lo observa todo dos puntos más atrás, con la tranquilidad de haber hecho los deberes y conscientes de que ganando al Villarreal, cualquier carambola les beneficia. Volvió Kanouté enfadado, pero volvió, así que la batalla por los tres puntos en Castellón se equilibra. El submarino amarillo se ha colado como aire por una rendija en los puestos de UEFA, apartando al Atlético de Madrid de algo que parece no querer: asentarse en puestos continentales. Han de estar tranquilos, porque Juande Ramos lo está, y centrarse en su partido ante el Osasuna, un hueso duro que, sin jugarse nada, puede atragantárseles. Si el Sevilla gana al Villarreal, tendrán pista libre para desfilar hacia Europa, siempre y cuando no patinen por el camino como hicieron la semana pasada ante el Celta. El Zaragoza también se juega su plaza europea ante otro equipo que no tiene nada más que decir: el Recreativo.
Real Sociedad, Athletic, Betis y Celta: sólo quedarán dos
Con el Nástic ya descendido, dos plazas más quedan libres para jugar en Segunda el año que viene. Francamente, la Real Sociedad lo tiene muy crudo. Ha de ganar al Valencia en Mestalla y esperar las derrotas de Athletic o Betis y Celta. Los gallegos, con un punto menos que el primer salvado, los rojiblancos, se lo juegan todo contra el Getafe en Balaídos, donde han dejado escapar la temporada. El Athletic, por su parte, recibe al Levante y sólo depende de sí mismo para salvarse, igual que el Betis, que se la jeuga ante el Racing en Santander. Completa la jornada un, a priori, insulso Espanyol-Deportivo.