"Aún estoy intentando limar mi nuevo swing y ver los errores que he cometido. Además, estoy tratando de descubrir los cambios que necesito hacer", ha dicho Woods, que a partir de este jueves defenderá su título en el Masters de Australia, que se disputa en Melbourne. Éste fue el último torneo que ganó el Tigre, hace ahora justo un año.
El golfista californiano, que lleva un año aciago, tanto en el plano deportivo como en el personal, y que la semana pasada vio cómo el inglés Lee Westwood le arrebataba el número uno del mundo, se embolsará un fijo de dos millones de dólares sólo por participar en el Masters australiano, una cifra incluso superior a la bolsa de premios del torneo.
Pero el gran objetivo de Woods es ganar en Melbourne para acabar con su sequía de títulos y, de paso, recuperar su condición de mejor golfista del planeta.
No lo tendrá fácil el Tigre, que dice estar "motivado por los cambios que he conseguido en los últimos meses en mi juego". "He comenzado a notar algunas buenas señalas. Ahora espero acabar bien los dos torneos que quedan y encarar el año que viene de la mejor manera posible", afirmaba Woods en vísperas del Masters australiano.