(Libertad Digital) Tiger, en un año tan duro para él por el fallecimiento de su padre Earl, sigue empeñado en demostrar que está a años luz del resto de jugadores. Siempre que parte como líder en la última jornada de un 'grande' se acaba llevando el título. Comenzó la última ronda de forma arrolladora al apuntarse cuatro birdies.
La diferencia de cinco golpes con el segundo clasificado, el norteamericano Shaun Micheel, lo dice todo. Incluso se permitió el lujo de cometer un error en el hoyo 17, de par 3, al cometer un bogey. Con mantener la ventaja era suficiente para adjudicarse el tercer PGA de su carrera, que completa su duodécimo paso para convertirse en el mejor de todos los tiempos. Sólo está a seis de alcanzar al mítico Jack Nicklaus, el 'Oso Dorado', que atesara nada menos que 18 majors.
El inglés Luke Donald, compañero de partido, acompañó perplejo a la mejor versión del 'tigre'. Con Donald fuera de combate, sólo el australiano Adam Scott y el canadiense protagonizaron el desesperado intento de caza. Este último llegó a ver a Woods a un solo golpe, pero no aguantó la exigencia del golfista de Cypress y emborronó su tarjeta con cuatro bogeys. Quien sí estuvo a la altura fue el 'aussie' con una gran última vuelta. Liberado de la presión de pelear por el título por su desventaja, se situó segundo durante bastantes hoyos hasta firmar un recorrido de -5 golpes tras sus errores en el 16 y el 18. Finalmente se coló en el segundo puesto el ganador del PGA de 2003, Shaun Micheel.
En cuanto a la actuación de los españoles, Sergio García fue el mejor de todos ellos al acabar en una meritoria tercera posición. El Niño tuvo un buen comienzo, pero no supo rematar la faena y los dos golpes bajo par, pese a lograr un eagle en el 15, resultaron del todo insuficientes. Muchísimo peor le fueron las cosas a José María Olazábal y Miguel Ángel Jiménez. El vasco acabó en el puesto 55 con cuatro sobre el par del campo, mientras que el malagueño se hundió hasta la sexagésima quinta posición con un total de +8.