No hay retos que Rafa Nadal no pueda superar y lo demuestra día a día, sobre todo con victorias épicas de como la que ha logrado en cuartos de final del Abierto de Australia ante uno de los rivales más complicados del circuito, Denis Shapovalov. Incluso con problemas físicos, el español, que fue atendido en el cuarto set, se ha impuesto al canadiense por 6-3, 6-4, 4-6, 3-6 y 6-3 en un choque ha durado cuatro horas y ocho minutos.
Con este resultado, Nadal alcanza las semifinales del primer Grand Slam de la temporada y tendrá la opción de llegar a la gran final si vence en el duelo de semifinales a Matteo Berrettini, que ganó a su vez a Gael Monfils en el otro partido de cuartos de final.
Volviendo al partido, Rafa Nadal necesitó la asistencia del fisioterapeuta en la cuarta manga y sufrió de incómodas molestias estomacales, algo que le hizo tener que retirarse incluso a los vestuarios. Este hecho provocó que Shapovalov pidiese explicaciones al colegiado en varias ocasiones, incluyendo un saque del manacorí que aún estaba en tiempo y no había cometido ninguna infracción.
"Me empecé a sentir cansado. Es increíble estar en semifinales y es un regalo de la vida porque hace dos meses no sabía si iba a volver a jugar. No me sentía bien del estómago durante el partido y me tomaron la tensión y todo estaba bien en mi cuerpo. Tengo dos días de descanso hasta las semifinales. Ya no tengo 21 años. Me siento bien físicamente a nivel de movilidad, pero las condiciones eran más duras que las dos últimas semanas", comentó Nadal después del partido.
El balear ha alcanzado las semifinales de un Grand Slam por 36ª vez y se acerca al serbio Novak Djokovic con 42 participaciones y al suizo Roger Federer con 46 semis. Por otro lado, Nadal ya es el cuarto jugador de la Era Open más veterano, con 35 años y 241 días, en lograr el pase a la penúltima ronda de Australia.
Aún le quedarían dos partidos para lograr el título, pero Rafa Nadal está cerca de poder sumar su título número 21 en Grand Slam, algo que le colocaría como el mejor de la historia. Eso sí, para ello queda mucha tela que cortar.