El culebrón de Novak Djokovic en Australia parece haber llegado a su fin, al menos, de momento. El Gobierno australiano se ha mostrado inflexible y tras retener durante más de siete horas al tenista serbio en el aeropuerto por un problema con su visado, ha decidido denegar de manera definitiva su entrada al considerar que no cumplía con la exención médica que Djokovic había solicitado para no presentar su pasaporte de vacunación contra el coronavirus.
Djokovic tomó un vuelo con destino a la capital de Victoria con la seguridad de poder entrar en el país al haber recibido una exención médica, pero una irregularidad en la petición de su visado, por una confusión del propio Nole le ha dejado con su gozo en un pozo.
Los abogados del tenista estudian apelar la decisión tomada por la frontera australiana, que ha considerado insuficientes las pruebas aportadas por el número uno mundial para entrar en un país en el que ya estaban esperando todo su cuerpo técnico.
Después de siete horas y media retenido en una habitación, custodiado por dos policías y sin la posibilidad de disponer de su móvil personal, ha sido informado que no cumple con los requisitos para pisar suelo en Melbourne.
De esta manera el actual número uno del tenis mundial parece que se queda sin la posibilidad de disputar el Abierto de Australia y tener la opción de revalidad un título que ha ganado en las tres últimas ediciones.