Ha sido y es una de las noticias de estos Juegos Olímpicos. Hablamos, por supuesto, de los problemas de ansiedad y presión que la gimnasta Simone Biles ha hecho públicos llegando incluso a dejar de competir para priorizar, como es lógico, su salud mental.
Horas después de su renuncia a competir, los periodistas han buscado declaraciones de otros deportistas para conocer su opinión y ahí es donde entra la figura de Novak Djokovic, leyenda del deporte y uno de los tres mejores tenistas de la historia. De hecho en Tokio, Nole busca la medalla de oro para igualar a Nadal y Federer (dobles) y seguir sumando triunfos históricos.
"La presión es un privilegio. Sin presión no hay deporte profesional. Si quieres estar en la cima del juego, es mejor que empieces a aprender a lidiar con la presión. Y a lidiar con esos momentos en la cancha pero también fuera de la cancha, todas las expectativas", comentó Djokovic ante los medios.
El número 1 del mundo no se quedó ahí y se puso a él como ejemplo en esa lucha diaria contra la presión que tiene ahora mismo en su búsqueda del oro olímpico: "Todo ese zumbido y todo ese ruido es algo que no puedo decir. No lo veo o no lo escucho. Por supuesto que está ahí. He aprendido, he desarrollado el mecanismo de cómo manejarlo de tal manera que no me distraiga y no me agote. Siento que tengo suficiente experiencia para enseñarme a mí mismo cómo pisar la cancha y jugar mi mejor tenis".
Hay que matizar que Novak también ha sufrido mucho con la presión y con las lesiones. De hecho es de sobra conocido que contrató los servicios del gurú español Pepe Imaz para encontrar la paz mental que necesitaba. Durante un año apenas ganó partidos, pero acabó recuperándose para ser, a día de hoy, casi invencible.