La jugadora española Carla Suárez no participará en el torneo de Cincinnati, que este año se disputa en Nueva York, y permanece en "reposo general", cuidándose, por lo que decidirá su concurso en el Abierto de Estados Unidos, que comienza el 31 de agosto en esta misma ciudad, en los próximos días, informa su gabinete de prensa.
Una "indisposición médica que viene padeciendo en las últimas semanas", ha obligado a Carla a tomar esta decisión, teniendo en cuenta que la fase previa del torneo del Masters 1.000 comienza el 20 de agosto.
La canaria, que ha atravesado brotes de malestar general en sus rutinas de entrenamiento, queda sujeta a la evolución de su cuadro clínico durante los próximos días.
"Durante las últimas semanas no he podido entrenar con normalidad debido a las sensaciones internas que me produce la actividad física", indica Carla desde Barcelona, donde ha visto interrumpido su plan de preparación desde mediados del mes de julio. "Esto me ha impedido completar sesiones de entrenamiento en pista y ha limitado bastante mi actividad en el gimnasio", prosigue.
Suárez se ha sometido a diferentes pruebas médicas para tratar de identificar el origen de sus síntomas, sin un diagnóstico claro hasta la fecha. Esta próxima semana se le realizará una exploración PET TC, para explorar el área torácica, con el objetivo de determinar la causa del malestar.
Voy a seguir las recomendaciones médicas en todo momento. Esta próxima semana necesito completar más pruebas y esto me obliga a posponer el viaje que tenía previsto a Nueva York.
Vamos a observar la evolución de estos días, los resultados de estos chequeos y eso determinará mi decisión sobre el US Open.