Andrés Iniesta, Kevin Love, Alex Abrines y Paula Badosa. Cuatro nombres para cuatro deportistas de élite que han dado visibilidad y han reconocido que su salud mental les ha jugado malas pasadas durante temporadas concretas de su vida personal y profesional. Ansiedad, depresión, miedo al fracaso, nervios... Todo ello afectó en su día a los dos jugadores de la NBA, al exfutbolista del Barcelona y a la tenista española. Da igual el deporte, la condición física o los contextos de cada uno de ellos, porque todos tienen un punto en común: han vencido a la ansiedad.
En Libertad Digital hemos querido hablar con una persona que conoce perfectamente la mente de los tenista de élite, el actual entrenador de Paula Badosa, Xavi Budó. Con él hemos analizado la actualidad del mundo del tenis a nivel generacional, el impacto de las redes sociales y los prejuicios que giran en torno a la salud mental.
Pregunta: En alguna ocasión se ha referido a las redes sociales como algo que resta más que suma para un deportista de élite. ¿Qué opina del impacto de las mismas en tenistas y deportistas en general?
Respuesta: Para mí, las redes sociales generan mucha distracción y mucha dispersión mental. En los deportistas de élite resta mucho más que suma. Estamos viviendo en la cultura de lo superficial y de la inmediatez, algo que se magnifica aún más en Twiter. Es totalmente irreal que a todo el mundo le vaya bien, que todo sea bonito y que nunca se pase por nada malo. Como en todo lo que ocurre en la vida hay momentos buenos y malos. Es imposible que todo vaya bien siempre. En el tenis se necesita un grado de madurez y de trabajo muy alto y en la redes sólo te dan 15.000 likes si ganas. Si pierdes, lo contrario. Es el resultadismo del blanco o negro llevado a su máxima expresión.
P: ¿Cómo se ven las debilidades a nivel mental en el mundo del deporte?
R: Hay que quitarnos prejuicios en nuestra sociedad porque se puede hablar sin problemas de la salud física y no de la salud mental. Hay que trabajar la parte mental y emocional porque es lo más importante, sobre todo en deportes individuales como es el tenis. Hay que conocer las fortalezas y la debilidades para tratar a cada persona y eso no es fácil. Me encanta la valentía de Paula que ha contado lo que le pasó sin miedo. Todo el mundo tiene pánico al fracaso. Hay que cuidar y entrenar esa parte porque precisamente la mente es lo más poderoso de nuestro cuerpo. La gestión de los pensamientos es vital y no sólo en el deportes sino también en la vida misma.
P: A nivel tenístico, ¿qué opinión tiene y qué diferencia a nivel mental ve en la generación que encabezan Federer, Nadal y Djokovic y la que actualmente intenta, sin éxito, desbancarla?
R: Hay mucha diferencia de madurez y de capacidad de sacrificio entre Rafa, Roger y Novak respecto a las nuevas generaciones. Esto se acrecienta aún más en los Grand Slams por ser a cinco sets y por requerir más esfuerzo psicológico. La parte mental cobra más importancia y ahí se ve la diferencia.
P: ¿Qué le parece que las nuevas generaciones tengan algún exponente como puede ser Nick Kyrgios?
R: Hay casos y casos. Dominic Thiem, por ejemplo, es un gran baluarte de cómo se debe trabajar y cómo hay que esforzarse para alcanzar nuevos retos. Por otro lado hay casos como el de Kyrgios que no es ejemplo de nada. Es la antítesis de los valores del tenis. No me identifico nada con él. A día de hoy hay mucho talento, pero hay una diferencia mental y de esfuerzo tremenda respecto a la generación anterior. A un partido o a un torneo pueden hacer daño, pero a la larga no. Y sí, todo tiene que ver a su vez con el tema social. Las nuevas generaciones no son tan constantes en el trabajo ni en el esfuerzo. Les es mucho más difícil concentrarse en hacer algo durante mucho tiempo y no afrontan igual las dificultades y los fracasos. Hay muchos momentos en los que están descentrados y eso es evidente.