Dos canadienses en liza, el Masters 1000 de Montreal como escenario y la afición preparada para ver a dos de sus estrellas dándolo todo sobre la pista. Ese era el contexto perfecto para disfrutar del partido entre una joven promesa, Felix Auger-Aliassime, y el número 19 del mundo, Milos Raonic, pero todo se truncó cuando Milos sufrió una de las peores torturas que se pueden vivir en el mundo del tenis: jugar lesionado.
El partido finalmente duró 1 hora y 32 minutos, pero justo cuando tenía que haberse jugado el tercer set, Raonic dijo basta. Con lágrimas en los ojos, el jugador canadiense se levantó de su silla, le dio la mano a Aliassime y posteriormente le comunicó al juez de silla que no podía seguir. Su espalda le falló, como el mismo explicó en rueda de prensa. El sufrimiento se le hizo eterno.
"Siento un dolor fuerte en la parte posterior de la espalda, mucho más que en Washington la semana pasada. Ahora mismo es difícil determinar qué es lo que tengo. Ya me dolía antes de comenzar el encuentro, pero creo que me rompí en el primer juego. Los últimos 30 minutos del partido, jugando en la Pista Central de un torneo como Montreal, fueron los 30 minutos más desagradables que he pasado dentro de una pista de tenis", comentó Raonic ante los medios.
Milos jugó lesionado, pero incluso con dolor logró recuperar el terreno perdido en el primer set, el cual perdió por 6-3, ganando el segundo por 3-6. Todo ello tocado de forma seria en su espalda. Con un jugador cuyo saque es uno de los más fuertes del circuito es difícil calcular el sufrimiento que tuvo que pasar para jugar cada servicio. Ni siquiera la entrada del fisio pudo ayudarle: "Sigo intentando averiguar qué es lo que tengo, mañana me haré nuevas pruebas para poder evaluarlo".
¿Qué fue del Raonic Top-3 en 2016?
Con un saque demoledor, Milos Raonic se abrió paso por el circuito profesional a pasos agigantados. En 2011, el jugador canadiense, que fue entrenado en esa época por el español Galo Blanco en Barcelona, irrumpió con fuerza en el mundo del tenis llegando a rozar el título de Wimbledon en 2016. Apuntaba maneras, rozó títulos importantes en Grand Slams y Masters 1000, pero siempre le ha faltado algo para terminar de despuntar y tocar metal en las oportunidades que ha tenido a su disposición.
A día de hoy, Raonic ocupa el puesto 19 del ranking ATP y no ha encontrado la regularidad buscada en 2019, sin embargo, el tenista de origen montenegrino sigue siendo uno de los principales atractivos del circuito y a nivel de imagen se codea con leyendas como Roger Federer o Serena Williams. Sólo hay que ver la elección de la marca Wilson para presentar su nueva raqueta, la Wilson Blade v7: Simona Halep, Serena Williams; David Goffin y el propio Milos Raonic.
A la espera de saber el alcance de su lesión y siempre y cuando pueda competir bien en las próximas semanas, Milos tiene por delante aún más oportunidades para brillar en Masters 1000 e incluso en el US Open si finalmente la espalda le da una tregua.