Bernard Tomic ha sido noticia casi siempre por sus constantes problemas de indisciplina más que por su, nada desdeñable, calidad tenística. Su última gran hazaña ha sido perder un partido del Open Británico más prestigioso del circuito en algo más de 58 minutos ante Jo-Wilfred Tsonga en tres sets por 6-2, 6-1 y 6-4. Una marca que lo ha encumbrado a la altura de Roger Federer por ser el segundo partido que termina más rápido desde que se cronometran los encuentros en Wimbledon (el del suizo fue ante Alejandro Falla en 2004 y terminó en 54 minutos), registro al que nadie se acercaba desde hacía más de 15 años.
A Tsonga le tomó MENOS DE UNA HORA ganar el encuentro ante Tomic en #WimbledonxESPN a href="https://t.co/wfWHOdPJKH">pic.twitter.com/wfWHOdPJKH
— ESPN.com.mx (@ESPNmx) July 2, 2019
"Lo más importante para mí fue pasar de ronda. Ese es su juego. Siempre ha jugado así. No se trata de jugar así solo una vez. Jugamos varias veces y una vez fue difícil porque él solo jugaba así [...] No encontré la manera de lograr el ritmo suficiente en el partido y fue complicado para mí", fueron las palabras de Tomic al término del encuentro y después de que un periodista le explicase que en la BBC habían tachado la actitud de su rival de "vergonzosa" y "espantosa".
Sin embargo, no es la primera que vive una situación así en Wimbledon. En 2017, la Federación Internacional de Tenis le multó con 13.000 euros por fingir una lesión en primera ronda y, además, su sponsor de las raquetas le retiró el patrocinio. Ahora, dos años después, una situación parecida por la desgana mostrada, podría acarrearle la consecuente pérdida de 58.000 euros por su falta de actitud en su encuentro ante Tsonga, ya que la FIT podría intervenir de oficio.
La posterior rueda de prensa también ha supuesto un aluvión de críticas para el tenista alemán. Todas las respuestas fueron respondidas con monosílabos y con antipatía. "Creo que jugué lo mejor que pude, pero fue terrible", concluyó la rueda de prensa. Una situación que ha indignado al mundo del tenis.