En la primera ronda del cuadro femenino de Wimbledon saltó la noticia. Una chica de tan solo 15 años ganó a una campeona de siete Grand Slam, Venus Williams. Se trata de Cori Gauff, que se estrenaba este año en el tercer gran torneo de la temporada. Consiguió plantar cara a una de las hermanas que han hecho historia en el tenis con un juego inteligente, sabiendo manejar los momentos de mucha presión y siendo muy efectiva en los puntos importantes. Pero ese buen juego no viene de muy lejos.
Nacida en Florida y de padres deportistas, Gauff empezó a jugar al tenis cuando su padre le regaló su primera raqueta a los siete años. Su inspiración en este deporte fue casualmente Serena Williams, con la que soñaba jugar en algún momento de su vida. Sueño conseguido a medias pero que vale casi el doble. A los trece comenzó su andadura en el circuito profesional consiguiendo ser la finalista más joven del US Open Junior; y un año más tarde ganó Roland Garros en esa misma categoría. Al ver que la joven tenista tenía futuro, grandes marcas no dudaron en fijarse en ella y firmó un contrato de patrocinio con la multinacional Nike a los diez años de edad.
Cori Gauff se convierte en la jugadora más joven en ganar un partido de Wimbledon, algo que no se conseguía desde 1991, cuando Jennifer Capriati ganó con 15 años y 96 días. Tras el partido, en rueda de prensa la preguntan sobre cómo es jugar en la pista central, y Gauff no se achica y responde que el campo tiene las mismas medidas pero que la diferencia es solo que hay mucha más gente. La tenista estadounidense tiene un gran futuro por delante que tiene su inicio en el gran torneo de hierba por excelencia.