Tiene personalidad para domar una pelota a 200 kilómetros por hora o para parar un tren si este se interpone en su camino. Ha llegado a los octavos de final de Roland Garros desde la previa y por el camino ha ido sorprendiendo a propios y extraños dejando tras cada actuación una sonrisa que denotaba orgullo, sorpresa e ilusión. Hasta ella misma ha comentado públicamente no saber "qué está pasando" en París. Así es Aliona Bolsova, la nueva perla del tenis español que está dejando con la boca abierta al mundo de la raqueta.
Aliona es española, tiene 21 años, se ha criado en Cataluña y cuenta con orígenes moldavos ya que sus padres provienen de Europa Oriental. El dato curioso es que ambos, al igual que los abuelos de Aliona, fueron atletas profesionales llegando a competir en los Juegos Olímpicos. Orígenes aparte, Bolsova ha llamado la atención en Roland Garros, primero por su tenis, y luego por su estética en la pista.
No es ni mucho menos el prototipo de jugador o jugadora de tenis que se ve en el circuito ATP o WTA, carente en muchas ocasiones de hombres y mujeres que se salgan del patrón tradicional establecido, pero sería un error garrafal calificar a Bolsova de rebelde sólo por llevar tatuajes. Rafa Nadal jamás fue ni es un "chico malo" del tenis y él en su día rompió moldes al jugar sin mangas y con pantalones piratas. La rebeldía de Aliona está en su tenis, no en su estética, y en pleno año 2019 parece un poco superficial centrar todo en lo que pueda lucir, por ejemplo, en su brazo izquierdo.
A fin de cuentas lo más rebelde que se puede hacer hoy en día a nivel deportivo es centrarse precisamente en la práctica del tenis y no en Instagram o en las redes sociales. Por suerte para todos, en especial para Aliona, ella tiene la cabeza puesta en su raqueta y en la pista de tenis y a partir de ahí está creciendo una nueva esperanza para el tenis femenino español. Ojo, aún es pronto para depositar la presión de todo un país sobre ella, pero toda gran carrera tiene un punto de inflexión y ese puede ser Roland Garros para Aliona Bolsova.
Admira a la "verdadera Cleopatra"
En una entrevista para el diario El Mundo, Aliona fue preguntada por sus referentes y por sus modelos a seguir dentro y fuera de la pista. Su respuesta no tiene desperdicio: "No me quiero parecer a nadie pero, obviamente, Federer es Dios. De pequeña empecé a jugar porque vi en la tele a Sharapova y las hermanas Williams me han gustado mucho siempre. A nivel histórico me encanta Cleopatra porque se ha generalizado una historia sobre ella que no es cierta. Se la tacha de conquistar a los hombres, pero era una mujer superinteligente que hablaba 12 idiomas. Era superlista y superastuta, y lideraba en una época como aquella".
Lo que Aliona dice de Cleopatra vuelve a demostrar la personalidad que tiene, y no por llevar tatuajes sino por su manera de pensar y por su mentalidad deportiva. No quiere saber nada de la política sin antes conocer mejor todos los puntos de vista y pese a saber perfectamente lo que se vive en Cataluña tras llegar allí pasados los dos años de edad, ella se siente "española y punto".
No le gusta "la faldita", superó episodios de bulimia surgidos por la presión que sintió en sus inicios y el león que tiene tatuado en su brazo izquierdo es, en realidad, una leona porque, como ella misma reconoce, aparte de parecerse a su nombre "es un guiño al feminismo". Apunten todo lo dicho anteriormente y su nombre, Aliona Bolsova. Da igual lo que se diga de ella, como pasó con Cleopatra, porque la leona española hablará en primera persona y sobre una pista de tenis.