El lamentable espectáculo que dio Serena Williams en la final del US Open con sus duras palabras dirigidas al juez de silla Carlos Ramos puede traer consecuencias. Según desvela The Times, el colectivo de jueces de silla se plantea no volver a dirigir un encuentro si juega la tenista estadounidense.
El colectivo arbitral se encuentra molesto porque tanto la WTA como la Asociación de Tenis de Estados Unidos se pusieron del lado de Serena y apoyaron las acusaciones de sexismo de Serena contra las decisiones de Ramos que le costó una sanción durante su partido ante Naomi Osaka. Sólo la Federación Internacional de Tenis respaldó a Ramos y destacó su profesionalidad.
The Times pone en boca de un juez de silla, del que no desvela su identidad, que se encuentran analizando qué medidas tomar tras sentirse desamparados. Una de ellas es la de negarse a arbitrar a Serena. Saben que habrá presiones y que será complicado que todos los jueces de silla acepten. Pero son muchos los que se han sumado ya a la causa. Y es que ven cómo un compañero, Ramos, "fue lanzado a los leones por hacer simplemente su trabajo". Incluso resalta el menosprecio que sufrió el juez de silla tras finalizar el torneo, ya que no recibió la tradicional replica del trofeo que se les da a todos árbitros que trabajan en el mismo.