Abierto de Tenis de Wimbledon de 2010. 27 de junio. Octavos de final del Torneo de Dobles. Dos tenistas que forman pareja aparecen en la pista con unas camisetas que llaman de inmediato la atención: "Stop War, Start Tennis".
No era la primera vez que lo hacían, ni tampoco la última que lo iban a hacer. Siempre luchando por la paz. Son Aisam-Ul-Haq Qureshi y Rohan Bopanna. El primero es pakistaní y musulmán; el otro, indio e hindú. Juntos, forman una pareja de dobles que va mucho más allá del tenis.
"Tengo una pregunta para todos ustedes: si Bopanna y Qureshi pueden jugar juntos y conseguir victorias, ¿por qué no pueden hacerlo India y Pakistán?". Quien así hablaba era el ministro de deportes indio Gill. Ese fue el planteamiento inicial de ambos tenistas. Así fue como se formó el dobles.
En realidad, Bopanna y Qureshi se conocieron muchos años antes de formar pareja. Fue en un torneo junior en la India, cuando ambos tenían 16 años. Se enfrentaron, pero desde el primer momento congeniaron, a pesar de sus diferencias, y su pensamiento fue más allá de aquel partido. "¿Por qué no jugamos juntos el dobles? Tendría mucha repercusión, y podría ser un mensaje importante para todos" preguntó Qureshi a Bopanna entonces. Años más tarde, en 2003, nació esa ‘pareja por la paz’.
"Al principio fue complicado", cuenta Qureshi. "Nos vimos obligados a dar explicaciones a las federaciones, e incluso viajar por separado". Y es que desde 1947, cuando el Imperio Británico abandonó sus territorios, India y Pakistán han sido grandes enemigos. Las tensiones sobre el territorio y sobre la religión han sido constantes, dando lugar a tres guerras entre ambas naciones.
"Tratamos de enviar un mensaje de paz a través del deporte. Si aunque sea sólo un dos o un tres por ciento de la gente nos ve y piensa que pueden hacer como nosotros, podemos decir que ya hemos ganado", afirma Bopanna. "El deporte puede alcanzar metas que la política o la religión no pueden", añade Qureshi.
De hecho, en sus partidos se produce una imagen impensable en el país: son muchos los pakistanís e indios que se sientan juntos en las mismas gradas para ver jugar a los dos tenistas. "Si nosotros dos estamos capacitados para ponernos de acuerdo, para actuar juntos y conseguir victorias unidos, estamos convencidos de que muchos más indios y pakistanís pueden hacer lo mismo en otros ámbitos".
Sus buenas actuaciones, además, contribuyen a trasladar ese mensaje. Es obvio que, más allá de lo llamativo de la pareja, si encima los resultados llegan su imagen adquiere más poder. Qureshi y Bopanna se convierten en habituales de los Grand Slam, e incluso llegan a disputar la final del US Open de 2010. Ese año alcanzan la octava posición del ranking mundial de dobles de la ATP.
Después de más de once años juntos, la pareja decidió poner fin a su ‘relación’ a finales de 2011. El motivo, se acercaban los Juegos Olímpicos de Londres, y en su idea estaba el sueño de clasificarse. Para ello, debían competir con tenistas de su misma nación. Bopanna se unió a Buphati, y la pareja india alcanzó los Juegos. Resultado que repetirían cuatro años más tarde en Brasil.
Bopanna y Qureshi no volverían a jugar juntos en el circuito, exceptuando algún partido esporádico. Pero el mayor logro ya lo habían conseguido fuera de la pista. Con su mensaje de paz, de unión entre dos países enfrentados, durante más de diez años. Algo que también les valió para recibir numerosos premios y reconocimientos por su labor humanitaria.
Un mensaje de paz que aún hoy, separados, siguen transmitiendo, mediante un programa que lleva a ambos tenistas –y a otros que se han unido a la causa- a diferentes zonas en conflicto con el lema ‘Stop War, Start Tenis’. "El tenis une culturas y religiones. Está libre de guerras y conflictos" repiten en cada presentación.