El encuentro había sido suspendido anoche, con ventaja de Djokovic por 6-4, 3-6 y 7-6 (9) después dos horas y 53 minutos, y se reanudó hoy con el techo cerrado de la central. Nadal salvó una bola de partido en el 16º juego, pero presionado siempre que le tocaba servir, falló en la segunda oportunidad del serbio.
La duquesa de Sussex y la duquesa de Cambridge no se perdieron este encuentro y acudieron al All England Lawn Tennis Club, en su primer acto juntas sin sus maridos, los príncipes Enrique y Guillermo, y desde el palco real contemplaron la victoria de Djokovic.
En la repetición del duelo que más se ha dado en la historia del tenis prevaleció la mente fría de Djokovic, que logró algo inédito hasta el momento: Nadal nunca había perdido una semifinal en Wimbledon.
El serbio lo logró gracias a su servicio (terminó con 23 directos, y este sábado hizo 10) y porque al revés de Nadal fue capaz de destruir los tres puntos de rotura que el español dispuso en el 15º juego.
Nadal estuvo presionado siempre con su saque, porque de perderlo Djokovic cobraba ventaja y en el quinto set, eso significaba la derrota segura. El serbio prefirió atrincherarse en el fondo de la pista y esperar allí las acometidas de Nadal, que durante el primer set, fue capaz de desarbolar todas sus estrategias al salir como una bala y colocarse con 3-0.
Fueron los mejores momentos de Nadal en este Wimbledon, acertado, rápido, valiente e incluso audaz, pero bajó el pistón y dejó que el serbio se recuperara. Su respuesta no se hizo esperar, 'Nole' ganó tres juegos seguidos después, aunque el de Manacor recuperó el mando para romper de nuevo en el octavo (5-3) y provocar la ira de Novak, que acabó golpeándose 4 veces con la raqueta en su pie izquierdo.
Nadal salvó dos puntos de rotura en el juego siguiente, donde cometió una doble falta, pero renació para cerrar este juego con su tercer saque directo.
La tensión era máxima en el quinto set, porque parecía que a Djokovic le faltaba el aliento. Pero el serbio sacaba adelante sus servicios a base de aces o puntos de saque, mientras que Nadal sufría para defender el suyo.
En el noveno juego, Rafa estuvo a dos puntos de la derrota, pero acertó a conectar su 7º ace y después a cerrarlo con otro punto de servicio.
Todo parecía definirse por pequeños detalles. Nadal falló al convertir uno de los tres puntos de rotura del 15º, y aunque levantó una bola de partido en el siguiente, Djokovic estuvo certero en el último del partido, cuando movió al de Manacor, hasta que este resbaló en el fondo de la pista, y aunque corrió con toda la fuerza de sus piernas no pudo alcanzar bien la última bola del encuentro.
Se acaba así el intento de Nadal de ganar por tercera vez el doblete Roland Garros-Wimbledon, e igualar con el sueco Bjorn Borg.
No obstante, el español sale de Wimbledon con una ventaja de 2.230 sobre el suizo Roger Federer, suficiente para encarar la gira americana que conduce al Abierto de EE.UU. Pero Nadal ha perdido una gran ocasión para intentar rebajar la diferencia con los 20 Grand Slams del jugador de Basilea.
Anderson había logrado su clasificación por primera vez para la final de Wimbledon, la segunda de su carrera en el Grand Slam, después del Abierto de EE.UU., al derrotar al estadounidense John Isner, por 7-6 (6), 6-7 (5), 6-7 (9), 6-4 y 26-24 en seis horas y 36 minutos, el partido más largo disputado nunca antes en la central de Wimbledon, y la semifinal más larga de la historia del Grand Slam.
Djokovic ha ganado a Anderson en cinco de las seis veces que se han enfrentado, y las dos en las que se han medido sobre hierba. Fue en estas mismas pistas, en 2011 y 2015.
La única victoria del jugador de Johannesburgo se dio en el primer enfrentamiento entre ambos, en Miami 2008, sobre pista dura.