La Caja Mágica del Mutua Madrid Open 2018 vivirá a partir de las 18:30 un enfrentamiento que puede marcar una época en el tenis futuro siempre y cuando los dos gigantes, Roger Federer y Rafa Nadal, quieran entregar el testigo a una nueva generación que aún no ha merecido o demostrado ser mejor que la anterior. Muchos han llamado a la puerta, pero ninguno ha hecho temblar el reinado del Big Four en el que también están Novak Djokovic y Andy Murray.
La pista Manolo Santana verá en la tarde-noche de este domingo el enfrentamiento entre dos jugadores que deben empezar a demostrar desde ya que pueden ser el futuro del tenis. Dominic Thiem y Alexander Zverev tiene ante sí la oportunidad de dar un golpe sobre la mesa porque hasta la fecha no lo han hecho. Tienen calidad y talento para aburrir, también juventud, pero les faltan triunfos que otros a su edad ya habían conseguido.
Se han visto las caras en cinco ocasiones con cuatro victorias para Thiem y una para Zverev. Ya han jugado una final y fue para el austriaco en Niza. Madrid supondrá su primer gran asalto como rivales por un título importante.
Analizamos cómo llegan a la final ambos jugadores.
Dominic Thiem, el verdugo de Nadal
Con 24 años y situado en el puesto número 7 del ranking ATP, Dominic Thiem ha mostrado un nivel de matrícula de honor en el Mutua Madrid Open jugando dos partidos descomunales ante Rafa Nadal en cuartos y Borna Coric en octavos de final. En dichos encuentros exhibió sus dos mejores golpes: una derecha que cubre toda la pista y un revés a una mano que destaca tanto por su eficacia como por su estética.
Debutó en el torneo ante Federico Delbonis y lo pasó realmente mal, pero logró recuperarse a tiempo para llevarse el partido y repetir remontada posteriormente ante Coric. Después le tocó medirse a Rafa Nadal y el austriaco humanizó al español ganándole en casa, sobre tierra batida y después de que el manacorí alcanzase la cifra de 50 sets consecutivos sin perder en una misma superficie. En semifinales, Kevin Anderson no fue rival para Thiem.
Esta temporada conquistó el título en Buenos Aires, se retiró en semifinales de Doha, cayó en octavos de final del Open de Australia, perdió en 1/32 de Indian Wells y en cuartos de Río, Acapulco, Montecarlo y Barcelona. Nunca ha ganado un Masters 1000 y Madrid le dará su segunda oportunidad de hacerlo tras caer el año pasado ante Nadal en la final. Dos semifinales en Roland Garros es hasta la fecha su mejor registro en un Grand Slam.
Alexander Zverev, el nuevo rebelde alemán
Está muy lejos de su compatriota y leyenda germana, Boris Becker, ganador de Wimbledon con sólo 17 años, pero Alexander Zverev tiene muy presente la figura del campeón alemán. De hecho, la zona presidencial de la pista central de Madrid ha visto como Becker supervisa cada movimiento de la nueva perla de su país y actual número 3 del mundo. Alexander, el nuevo chico malo de Alemania, ha jugado todo el torneo en el turno de noche y se le ha dado de maravilla dejando en el camino sin ceder ningún set y conservando siempre su servicio a Donskoi, Mayer, Isner y Shapovalov.
Llegó a Madrid después de ganar en Múnich y hacer semifinales en Montecarlo. Esta temporada ya ha jugado una final de Masters 1000 en Miami y la perdió frente a Isner. En Indian Wells cayó en su debut mientras que hizo semis en México, octavos en Róterdam y 1/32 en el Open de Australia.
En su palmarés ya luce dos Masters 1000, Roma y Montreal, pero nunca ha pasado de los cuartos de final en ningún Grand Slam. Cumplió 21 años en abril y muchos le ven como el futuro dominador del tenis, pero su carácter, según su entorno, es bastante rebelde y conflictivo. Rompió su exitosa relación con Juan Carlos Ferrero tras no compartir su forma de ver la parte disciplinaria del tenis. Su potente saque, su envergadura y su facilidad para emplear todo tipo de golpes le hacen un jugador tremendamente completo.
Madrid ya tiene a su reina, Petra Kvitova. Ahora quiere a su rey, Thiem o Zverev.