Parece el cuento de nunca acabar y ojalá no acabe nunca. Los rivales de Rafa Nadal le ven humano en el primer set, pero una vez hincada la rodilla en la primera manga, el español se quita el disfraz de persona normal para ser mitad extraterrestre y mitad máquina.
David Goffin jugó un gran primer set en las semifinales del Conde de Godó. Hizo todo lo humanamente posible para descolocar a Nadal. Golpeó con potencia, compitió en intensidad con el número 1 el mundo y le hizo sentir incómodo gracias al 0-2 inicial. Rafa notó la presión aunque apenas le tembló el pulso porque conoce perfectamente cómo revertir esa situación. Lo hace siempre. En Barcelona, Carballés y Guillermo García López le hicieron sudar en el primer set. ¿Resultado? Victoria de Nadal y en el segundo set, rodillo. Con Klizan pasó al revés y con Goffin, 6-4 y 6-0.
Fue un partido relativamente fácil para Nadal porque pese a tener dificultades en el comienzo al manacorí le gusta también que le ofrezcan resistencia para mostrar la mejor versión de su tenis. Goffin desafió a Rafa y éste no decepcionó a los seguidores que se dieron cita en la pista que lleva su nombre.
Como si de un videojuego se tratase, cada punto en contra Nadal lo asimiló cargando un poquito más su barra de potencia. Goffin ‘enfadó’ al rey de la tierra batida y cuando Nadal ya tenía la barra de energía totalmente desbordada empezó a aniquilar a su oponente con golpes que más que impactar con la pelota la agredían. El ritmo siempre fue alto por parte de ambos y a ese nivel de desgaste Rafa es invencible.
Al final del partido, el campeón español reconoció que había sido "su mejor partido en este Conde de Godó". Ahora sólo le queda un peldaño para sumar su undécimo entorchado en tierras catalanas. No será fácil porque al otro lado de la pista estará la revelación del torneo, Stefanos Tsitsipas. El joven jugador griego ha llegado a la final sin ceder ni un solo set y dejando fuera en semifinales al española Pablo Carreño.
Tsitsipas llega invicto a la final, pero ojo, porque si él lleva 10 sets consecutivos sin perder, Nadal acumula 44. Presente y futuro se miden a partes iguales en la final del Godó.