La tenista española Garbiñe Muguruza, que fue coronada la semana pasada como la número uno del tenis mundial, vive este logro como "un sueño hecho realidad" que la ayuda a "dormir más tranquila" aunque reconoce que le "queda mucho por delante y va a ser muy difícil".
"Ahora me viene un peso importante, competir con esta estrella detrás de la espalda" explicó hoy en una entrevista con Efe en Tokio, donde juega el Abierto femenino de Japón, pocos días después de conseguir una hazaña no lograda por ninguna tenista española desde Arantxa Sánchez Vicario en 1995.
Garbiñe aseguró que no hubiera llegada hasta aquí si no fuera "por todos los que han picado piedra con ella" y que, aunque se ve jugando mucho más tiempo, no se imagina volviendo a competir después de ser madre como la estadounidense Serena Williams.