Las lágrimas protagonizaron la final de la 50 edición de Wimbledon en la Era Open. Las de Roger Federer, que rompió a llorar al ver a sus cuatro hijos en el palco tras vencer a Marin Cilic por 6-3, 6-1 y 6-4 y lograr el título por octava vez, y las del croata al saber que no podía competir al máximo nivel tras lesionarse la planta del pie izquierdo.
Federer se convirtió en el jugador que más veces ha ganado este Grand Slam, y el más veterano en lograrlo, al imponerse a Cilic en una hora y 41 minutos. Además, conquistó el título por primera vez sin ceder un set (había estado en dos ocasiones a punto de conseguirlo, en 2006 y 2008).
Un ace final, el octavo de su cuenta, sirvió para que Federer cerrara la contienda y se hiciera con su decimonoveno título major. Así rompió la igualdad que mantenía en Wimbledon con el británico William Renshaw, hombre récord en los albores de este grande, y el estadounidense Pete Sampras, ya en la Era Open, con siete.
Cilic, campeón del Abierto de EE.UU. en 2014, se vio perjudicado por una lesión en la planta del pie izquierdo, por la que lloró desconsoladamente al término del tercer juego del segundo set (3-0).
Parecía que iba a retirarse, pero saltó de nuevo a la central tras una gran ovación del público. Luego, actuó disminuido ante Federer, que no tuvo compasión.
La final fue la más corta en juegos desde que el australiano Lleyton Hewitt se impuso en la de 2002 al argentino David Nalbandian por 6-1, 6-3 y 6-2. Pudo haber acabado antes, porque Cilic parecía dispuesto a abandonar a los 45 minutos, cuando pidió la ayuda del fisioterapeuta por su problema físico.
Aunque tomó unas pastillas para mitigar el dolor, la retirada del croata parecía inminente, pero el campeón del Abierto de EEUU de 2014, primero de esta nacionalidad en llegar a la final desde Goran Ivanisevic en 2001, se levantó, se repuso y salió a jugar, sabiendo que ya tendría pocas opciones.
Federer había ganado el primer parcial con dos roturas, en el quinto (3-2) y noveno juegos (6-3), tras salvar una oportunidad de Cilic en el cuarto. El croata había entregado esa manga con su segunda doble falta.
Sólamente una final individual de Wimbledon (masculina/femenina) había acabado antes con retirada. Fue en 1911, cuando Anthony Wilding venció a Herber Roper Barrett.
Con su lesión, Cilic no pudo mostrar el buen juego que le había llevado a disputar la segunda final del Grand Slam de su carrera, con un objetivo: vencer a Federer en por segunda vez en un grande. "Una montaña difícil de escalar", había dicho días antes.
El croata, que había llegado a la final con 130 saques directos, solo logró cinco ante Federer, que anotó tres más que él. El helvético ganó el encuentro en los errores no forzados, con solo ocho en su cuenta, por 23 de Cilic. Federer además salvó su servicio en todo el partido y su rival lo cedió cinco veces.
El suizo conquistó así su segundo Grand Slam este año, tras vencer al español Rafael Nadal en la final del Abierto de Australia en enero. Ambos con 35 años cumplidos.
Federer lleva ya 5 títulos esta temporada: Melbourne, los Masters 1.000 de Indian Wells y Miami, su noveno Halle y este Wimbledon. En total, 93 en su carrera.
Con su victoria, Federer de 35 años y 342 días, se convierte en el jugador más veterano en la historia en ganar Wimbledon.
El suizo recuperará este lunes la tercera posición en la lista mundial, por primera vez desde agosto de 2016, para situarse detrás del británico Andy Murray y de Nadal.