Espectacular. Así fue el triunfo de la pareja de dobles compuesta por Marc López y Rafa Nadal. Un Nadal que se creció en los momentos decisivos de ambos sets para regalar su maestría a toda España. El balear, que venía de meterse en cuartos de final al vencer en el cuadro individual a Simon, tuvo a su alma gemela en un Marc López que fue una pared que no paró de devolver bolas con una tremenda solvencia.
En dos sets durísimos ante un ex número uno de dobles como el veteranísimo Nestor (con 43 años sigue siendo un super clase) y su joven compañero Pospisil, los españoles exprimieron su mejor tenis en ambos tie breaks y se cuelan en la gran final, asegurándose, al menos, la medalla de plata.
Dos horas y un minuto se prolongó un intenso duelo que asegura a Rafa Nadal la segunda medalla olímpica de su carrera tras el oro que obtuvo en Pekín en 2008. Nadal y López lucharán el viernes por la medalla de oro en la final que les enfrentará a los rumanos Florin Mergea y Horia Tecau, que se impusieron a los estadounidenses Steve Johnson y Jack Sock por 6-3 y 7-5.
Rafael Nadal abandonó la cancha entre lágrimas. Recordó el balear el tiempo de ausencia por la lesión en la muñeca. Dos meses fuera de las pistas y la incertidumbre de no volver a participar en unos Juegos. Hace una semana, el número uno del tenis español barruntaba la posibilidad de no aceptar el reto. De portar la bandera de España y no competir. Lo pensó. Y fue a por todas. Nadal demostró ser, ante todo, un competidor inigualable. Dos horas después de haber cumplimentado su partido de octavos de individual saltó a la cancha con su compañero en busca del éxito más directo. Un partido y la medalla al cuello.
La incertidumbre que puede planear sobre el estado de su muñeca izquierda está al margen de su estado físico. Nadal está listo para lo que sea. Tremendo.