El mundo de la raqueta ha entrado en convulsión. Una investigación conjunta de la BBC y BuzzFeds News ha destapado un grave problema del tenis moderno: los amaños de partidos para reventar las apuestas. Según está investigación, 16 jugadores del Top 50 habrían amañado sus partidos, alterando con distintas triquiñuelas el resultado del encuentro.
Además, la investigación sostiene que ganadores de un Grand Slam en la última década, estarían involucrados. Ojo, porque tan sólo Novak Djokovic, Rafael Nadal, Andy Murray, Roger Federer, Stan Wawrinka, Marian Cilic y Juan Martín Del Potro, cumplen los requisitos.
¿Cómo se produce el amaño?
El sistema es muy sencillo. Los apostantes se encuentran en los hoteles con los jugadores que están dispuestos a amañar partidos y marcan el patrón a seguir. En ocasiones, ni siquiera hace falta destapar la sospecha perdiendo (un jugador TOP en un partido ante un rival muy inferior). Basta con dejarse llevar en un set o un puñado de juegos, para que los apostantes ganen infinidad de dinero.
Como ejemplo, imagínense que un determinado jugador que ocupa uno de los primeros puestos de la ATP -pongamos como nombre ficticio Roitelenko- se enfrenta a otro que no está entre los 100 primeros -de nombre ficticio Losadich-. Las cuotas son muy favorables, lógicamente, al tenista de más calidad, en este caso Roitelenko. Si Losadich se impone en un set, igual el apostante podría llegar a llevarse una cantidad similar a 10 euros por cada euro apostado. Multipliquen por 10 el dinero que el apostante de turno, sabiendo que el amaño está cerrado, ha invertido. Una verdadera máquina de ganar dinero.
Detalles clave de la investigación
- 16 jugadores del TOP 50 habrían amañado partidos durante los últimos años.
- Ocho de los jugadores que compiten en el Abierto de Australia -primer Grand Slam de la temporada-, aparecerían en la lista de sospechosos.
- Los amaños habrían tenido lugar en todas las pruebas del circuito.
- Organizaciones dedicadas a las apuestas rusas e italianas habrían ganado ingentes cantidades de dinero mediante el amaño de partidos.
Intentaron comprar a Novak Djokovic
Fue en 2007. El tenista serbio rechazó 200.000 euros por alterar un marcador. El propio Novak lo explicó en rueda de prensa: "Se acercó una persona a proponérselo a las personas que trabajaban conmigo en ese momento, a mi equipo. Por supuesto, lo rechazamos inmediatamente".
La respuesta de la ATP
Chris Kermode, presidente de la ATP, rechazó las acusaciones con el argumento de que no existen pruebas que sostengan esta sospecha. Según Kermode, ahí estaría la clave: "Pueden tener mucha información, muchos informes anecdóticos, pero se trata de obtener pruebas".
Los investigadores no pudieron tener acceso a las cuentas bancarias ni a los ordenadores personales de los jugadores, por lo que basan sus acusaciones en informes filtrados.
La ATP creó en 2008 la TIU -Unidad de Integridad del Tenis- para luchar contra la corrupción. La propia ATP reconoce el problema que suponen los amaños de partidos por culpa de las apuestas. No en vano, desde su creación, la TIU ha sancionado ha 18 jugadores y 6 de ellos fueron suspendidos de por vida. Tolerancia cero. Por ello, Kermode reconoce que se investigará el asunto destapado por la BBC y BuzzFeds News.
¿Cómo reaccionan los tenistas?
El grueso del circuito se muestra indignado. Creen que filtrar una acusación de tal magnitud sin pruebas concluyentes, justo en el inicio del primer Grand Slam de la temporada, es intentar ensuciar su deporte. La inmensa mayoría no creen que los principales espadas puedan estar implicados en un asunto así. "No lo necesitan", dicen. Eso sí, muchos reconocen que el tema de los amaños y las apuestas iba a explotar antes o después.
¿Cuáles son las bases de la investigación?
Filtración del análisis de 26.000 partidos y millones de simulaciones. Un trabajo de chinos que comenzó en 2009. Los documentos filtrados, que se conocen como The Fixing Files, curiosamente son el resultado de una investigación iniciada por la Asociación de Tenistas Profesionales. A pesar de que estas pesquisas arrojaban evidencias sobre amaños de partidos, los jugadores implicados no fueron castigados. Un periodista, John Templon, y un portal de internet, Oddsportal.com, en el que se reflejan las posibilidades que tiene un tenista de ganar o perder un partido, según las cuotas de las casas de apuestas, fueron la clave.
Templon se fue fijando en las cuotas que iban variando de manera extraña -una modificación de un mínimo del 10%-, ya que eso suponía que muchos apostantes decidían invertir su dinero, y en el caso de que existiera una gran diferencia entre la cuota inicial y la final, podía significar que algo raro había pasado. Esos partidos los marcaba en rojo Templon y los analizaba minuciosamente. En muchos de ellos, observaba cómo un puñado de apostantes depositaban grandes cantidades de dinero contra jugadores, a priori, favoritos. Hasta 15 jugadores encontró Templon que perdían partidos donde los usuarios apostaban cantidades de manera muy frecuente.
A pesar de que, según los autores de la investigación "por las simulaciones, un determinado jugador debería de perder este número de partidos menos de 1 entre 7.500 veces, basado en las cuotas iniciales de las casas de apuestas".
De todas maneras, al no ser una ciencia exacta, ya que circunstancias como el cansancio, las lesiones, un mal día, una mala noche, que te deje tu novia, alguna desgracia personal... pueden influir en un determinado jugador que, por muy favorito que sea, es humano, y su derrota ante un jugador muy inferior no tiene por qué ser sí o sí por un fraude de la competición, los autores de la investigación decidieron no publicar los nombres de los tenistas sospechosos. Aún así, han originado un auténtico huracán en el mundo de la raqueta.