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España, ante la obligación de ganar en Dinamarca para recuperar el tiempo perdido en la Copa Davis

Odense acogerá la lucha por la permanencia en el Grupo I de la Davis, con Nadal y Ferrer al rescate de una España tocada.

Odense acogerá la lucha por la permanencia en el Grupo I de la Davis, con Nadal y Ferrer al rescate de una España tocada.
Nadal y Ferrer encabezan en Odense al equipo español | EFE

Durante todo el fin de semana, la selección española de tenis afrontará en la ciudad danesa de Odense el inicio de un reto mayúsculo: devolver a la raqueta nacional a los niveles de éxito de tiempos no tan pretéritos. Caer ante los nórdicos supondría el descenso al Grupo II, la tercera categoría del tenis mundial, y un ridículo casi inigualable para la que hoy día sigue siendo una de las mayores potencias del mundo. Aunque quizá no por mucho tiempo.

Atrás quedan todo tipo de conflictos con la ex capitana Gala León y el presidente federativo, José Luis Escañuela, pero ese paréntesis impresentable en el tenis nacional ha dado con los huesos de su equipo más representativo a punto de caer a las cloacas mundiales, lejos del grupo Grupo Mundial y peleando por mantenerse en el segundo nivel, tras la esperpéntica y dolorosa derrota en Rusia hace unos meses pese al 0-2 con que se encarriló el viernes la eliminatoria.

Conchita Martínez ha logrado devolver la estabilidad al equipo, lejos de absurdos debates sexistas, llevados al extremo por intereses más políticos que deportivos. Pese a su irregular temporada, la perentoria necesidad de rescatar la dignidad del tenis español, y la presencia de la cita olímpica de Río a la vuelta de la esquina, hace que Rafa Nadal y David Ferrer, la gloriosa pareja española para alzar la ensaladera por última vez en 2011, vuelvan a dar un paso al frente tras varios compromisos ausentes, ya fuera por priorizar lo individual o por el enfrentamiento con la federación. El último laurel fue la final en Praga en 2012, hincando la rodilla ante la rocosa chequia de Berdych y Stepanek por 3-2. A partir de ahí, un incomprensible apocalipsis que da con España en una eliminatoria que el propio equipo danés califica de surrealista, pues su mejor jugador Frederik Nielsen, es el 283 de la ATP, y se enfrentará a los de Martínez acompañado por Mikael Torpegaard (909), Christian Sigsgaard (sin puesto a sus apenas 18 años), y Thomas Kromann, que alcanzó el 855 de la clasificación mundial en 2009, en lo que supuso su mejor puesto en el ranking.

Todo lo que no sea, pues, un cómodo triunfo español será una sorpresa mayúscula, por más trabas que planteen los daneses con la pista, táctica habitual en la Davis. Pero la derrota es poco menos que implanteable, aunque la capitana Martínez tirara de protocolo en la previa pidiendo afrontar a los daneses "como si fueran el mejor rival". Una eliminatoria con la balanza inclinada en la que España iniciará una huida hacia adelante contra el calendario, pues no es difícil entender que la etapa dorada de la raqueta nacional está tocando a su fin, y será necesario aprovechar los últimos años de los Nadal (29), Ferrer (33), Verdasco (32), Feliciano López (34) o Robredo (33) para volver a la elite, e incluso quién sabe si soñar con un título que a día de hoy parece demasiado lejano ya que, por contra, sólo la tardía explosición de Roberto Bautista (27), presente con el equipo en Odense, parece ser un buen augurio para el futuro.

Sin embargo, el primer paso será no despeñarse, y eso pasa por vencer en Dinamarca este fin de semana. En el mejor de los casos, España no podrá disputar el Grupo Mundial de la Copa Davis hasta la temporada 2017, con lo que alzar la ensaladera por séptima vez parece ciertamente un reto maquiavélico a día de hoy.

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