Es la final esperada, la que medirá a los dos mejores tenistas del planeta. El serbio Novak Djokovic, vigente campeón de Wimbledon y número uno del mundo, se medirá el domingo (15:00, hora peninsular española) al suizo Roger Federer. Se trata de la cuarta final en La Catedral para el balcánico, que se hizo el año pasado con el título tras ganar precisamente a Federer, mientras que el de Basilea jugará su décima final en el All England Club, habiendo ganado el título en siete ocasiones, la última de ellas en 2012.
Djokovic superaba en la primera semifinal al francés Richard Gasquet, por 7-6 (2), 6-4 y 6-4 en dos horas y 20 minutos, mientras que Federer daba cuenta de Andy Murray a continuación al derrotarle también en tres mangas, por 7-5, 7-5 y 6-4 en dos horas y seis minutos.
Djokovic, que optará a ganar su tercer Wimbledon tras los títulos conseguidos en 2011 y 2014, reconocía la dureza de su partido ante Gasquet. "Ha sido un gran partido. Es la semifinal de Wimbledon, siempre es un encuentro complicado. Ahora tengo la posibilidad de jugar una final en la pista más famosa del mundo, intentaré aprovecharlo al máximo. Estoy viviendo un sueño", afirmaba.
Y es que el jugador galo, que en cuartos de final se había deshecho del suizo Stanislas Wawrinka -cabeza de serie número cuatro-, hizo sufrir a Djokovic. El serbio esperaba la revancha de Roland Garros ante Wawrinka, pero tuvo enfrente a un Gasquet que saboreaba sus terceras semifinales de Grand Slam (Abierto de Estados Unidos 2013 y Wimbledon 2007 y 2015).
Sin embargo, el francés se mostró muy errático con su servicio, un elemento clave en las batallas sobre césped (56 por ciento de primeros y 74 por ciento de puntos retenidos con su saque). Pese a ello, tampoco se vio la mejor versión de Djokovic, mermado por sus molestias en el hombro, lo que le dio más de un problema durante el encuentro.
Federer, intratable
Por su parte, Federer estuvo excelso en todas las facetas del juego ante Murray: servicio (84 por ciento de puntos retenidos con su primer servicio y ningún break sufrido), golpes ganadores (56) y subidas a la red (70 por ciento). "Mi servicio estuvo muy fiable, como lo ha estado durante todo el torneo. Hoy creo que no me ha hecho ningún break, y él es uno de los mejores restadores del campeonato. Estuve centrado y funcionó todo", aseguraba el tenista helvético, ganador de 17 torneos de Grand Slam, nada más terminar el encuentro ante el escocés.
El domingo, cuando salte una vez más a la hierba de la pista central, Federer -que el próximo 8 de agosto cumplirá 34 años- será el segundo tenista de más edad que ha disputado la final de Wimbledon por detrás del australiano Ken Rosewall, que perdió la final de 1974 con unos inconcebibles 39 años. "Veremos si puedo ganar el título. Novak lleva siendo el mejor del mundo durante los últimos años. Sin embargo, sé cómo puedo derrotarlo y espero llevarme la victoria el domingo", subrayaba el jugador suizo.
Djokovic y Federer se han enfrentado a lo largo de su carrera en 39 ocasiones, con un balance de 20 triunfos para el suizo. El año pasado, Nole derrotó al tenista de Basilea en la final de Wimbledon en cinco sets, por 6-7 (7), 6-4, 7-6 (4), 5-7 y 6-4, en tres horas y 56 minutos.