Contra todo pronóstico, Stanislas Wawrinka se ha proclamado campeón de Roland Garros gracias a un auténtico partidazo ante un Novak Djokovic al que no dio opciones. El número uno del mundo acusó el esfuerzo, pues tuvo 24 horas menos de descanso que el suizo, y se vio superado por el tenis de un Wawrinka que mostró su mejor versión en París.
Djokovic, que llegaba como gran favorito al partido y que se había impuesto en 17 de los 20 enfrentamientos contra el suizo, buscaba ganar su primer Roland Garros -ya perdió las finales de 2012 y 2014 ante Rafa Nadal-, para hacer historia igualando lo que sólo consiguieron cuatro jugadores en la Era Open del tenis: ganar los cuatro Grand Slam -Roger Federer, Nadal, Andre Agassi y Rod Laver, el único que los ganó todos en un mismo año, en 1969-.
Empezó muy bien Djokovic, sin cometer errores, sacando su servicio adelante -no sin esfuerzo- y mostrándose intratable al resto. En este primer set se vivieron puntos de ensueño, incluso con 39 intercambios de golpes de todos los colores. Wawrinka, algo nervioso, cometía errores en puntos decisivos que dieron al serbio el primer set (6-4).
En la segunda manga, Wawrinka soltó nervios, empezó a manejar con solvencia su servicio y se mostraba muy agresivo al resto. Con una gran profundidad de bola, comandado por un drive muy agresivo, mezclado con su habitual revés 'bofetada' a una mano de oro, el helvético aprovechó el primer set point que dispuso en el saque de Djokovic y se llevó el segundo set por 6-4.
En el tercer y cuarto sets se mantuvo el guión del segundo. Wawrinka, muy agresivo al resto, complicó el servicio de Nole una y otra vez y fue coleccionando breaks. Con confianza y centrado -minimiza los errores no forzados-, el suizo es uno de los tenistas más talentosos del circuito. Con una potencia descomunal, cuando le corre la bola, consigue encontrar líneas, es una auténtica pared con muy pocos puntos débiles.
Lanzado, como un torbellino, fue minando la moral de un Djokovic que acabó con la lengua fuera y desquiciado. En el cuarto set Wawrinka demostró su templanza de acero, remontando a un Nole que terminó por hincar la rodilla ante la avalancha de la 'roca' -60 golpes ganadores firmó el suizo-. Un punto que refleja lo que fue el partido, Djokovic al saque, ambos juegan abiertos con su drive y Wawrinka se saca un revés plano por el costado de la red que deja tieso a Nole.
Dominando los tiempos del partido, con golpes ganadores, preciso en los intercambios largos... Estaba totalmente desatado un Wawrinka que daba la sensación de ser él el número uno del mundo.
Con una gran revés paralelo, Wawrinka cerraba al fin el partido. Djokovic, gran favorito para lograr el último grande que falta en su palmarés, sufrió la tercera derrota de la temporada y vio rota una racha de 28 triunfos consecutivos.
Wawrinka dará este lunes un tremendo salto en la clasificación de la ATP. Al perder el año pasado en primera ronda de Roland Garros ante Guillermo García López, hace un pleno de 2.000 puntos que le llevarán del noveno al cuarto puesto del tenis mundial.