Feliciano López logró el pase a octavos de final y fue el único español superviviente de la jornada en Indian Wells, primer Masters 1000 de la temporada, donde sus compatriotas Fernando Verdasco, David Ferrer y Albert Ramos cayeron eliminados.
López, en el último encuentro del día, echó el broche sobre el cemento californiano con una victoria sobre el uruguayo Pablo Cuevas por 6-2, 4-6 y 6-3 en una hora y 46 minutos.
El toledano se medirá ahora al japonés Kei Nishikori, que derrotó al español Fernando Verdasco por 6-7(6), 6-1 y 6-4 en dos horas y 15 minutos.
Para Verdasco es la primera derrota que sufre en su carrera frente al japonés, quinto favorito, al que había vencido las dos ocasiones anteriores en las que se enfrentaron: el Abierto de Australia de 2011 y el torneo de Barcelona de 2012.
La gran sorpresa fue la victoria del australiano Bernard Tomic sobre David Ferrer por 7-5 y 6-4 en una hora y 38 minutos.
Es la primera victoria de Tomic sobre Ferrer, ante el que había claudicado en las cuatro ocasiones anteriores que se enfrentaron (Kuala Lumpur 2010, Miami 2012, Abierto de EEUU 2014 y el reciente torneo de Acapulco).
Ferrer, que en la ronda anterior se deshizo del croata Ivan Dodig, pagó caro sus errores en el servicio (hasta 7 dobles faltas) y exhibió cierta falta de confianza en sus golpes. El octavo cabeza de serie ya dio señales de irregularidad ante Dodig al necesitar del desempate en la tercera manga.
Además, el número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, pasó sin brillo a octavos al superar por 7-5 y 6-3 al español Albert Ramos en una hora y 25 minutos.
"No jugué tan bien como en la ronda anterior, eso es seguro, pero una victoria es una victoria", admitió Djokovic. "Me han salido mal las cosas, tuve varios errores no forzados. Desde el fondo de la pista no me sentí bien. Pero hacia el final del partido mejoré, así que espero seguir esa senda en el próximo", añadió.
En el cuadro femenino destacó la victoria de Maria Sharapova sobre Victoria Azarenka por 6-4 y 6-3 para pasar a cuartos de final, en lo que fue una reedición de la final del torneo en 2012, cuando se impuso Azarenka.
"Creo que no jugué mi mejor tenis", admitió Sharapova. "No fue un partido de mucha calidad, pero hice lo que debía para ganar y eso, a veces, es lo más importante", sostuvo