El español Rafa Nadal, número uno del mundo, selló su pase a los octavos de final de Wimbledon al ganar bajo la cubierta de la pista central del All England Club al kazajo Mikhaíl Kukushkin, 63 del ránking, por 6-7(4), 6-1, 6-1 y 6-1, en dos horas y 33 minutos.
El español jugará la próxima ronda ante el ganador del duelo entre el australiano de 19 años Nick Kyrgios, 144 del mundo, y el checo de 20 Jiri Vesely, número 68 de la ATP, un encuentro aplazado por la lluvia.
Kukushkin forzó un desempate en el primer set que cayó de su lado, pero se desmoronó cuando Nadal obtuvo su primera bola de ruptura a los 77 minutos de partido y dejó a partir de entonces pista libre para que el mallorquín volviera a mostrar su mejor nivel sobre hierba.
El primer tenista del mundo esperaba que los chubascos previstos para esta tarde al suroeste de Londres respetaran su partido en el primer turno de la central, pero media hora antes del duelo un aguacero obligó a cerrar definitivamente el techo retráctil del estadio, con capacidad para unos 15.000 espectadores.
Bajo los focos de iluminación artificial, el kazako abrió el partido con dos saques directos que presagiaban el primer set que estaba por llegar. Fue un parcial denso y equilibrado, en el que ambos tenistas defendieron su servicio con rabia.
En el desempate, esas bolas a cara o cruz que definen los momentos decisivos en hierba cayeron del lado del kazako, que se anotó el primer set de su carrera ante Nadal (el mallorquín le había ganado por 6-2 y 6-3 en 2010, y por 6-1 y 6-1 en 2012).
Tras ese primer parcial ejemplar, Kukushkin afrontaba el reto de mantener la misma tensión y concentración en el segundo. Para ganar al número uno del mundo es necesario desplegar un tenis casi perfecto desde el primer golpe hasta el último, pero el kazako se vino abajo en el cuarto juego.
A los 77 minutos de partido, el mallorquín derribó finalmente el muro tras el que se acorazaba Kukushkin al forzar la primera bola de ruptura del duelo. Nadal aprovechó su opción, y la confianza del kazako se vino abajo como un castillo de naipes para dejar la pista libre al empuje del español.
Con el sonido de la intensa lluvia que caía sobre Londres golpeando el techo de la central, Nadal se llevó el segundo set en apenas media hora y encaró el tercero imponiéndose al resto de inicio.