Rafa Nadal firmó una reacción espectacular en el duelo fratricida ante David Ferrer para acceder a las semifinales de Roland Garros por novena vez en su carrera, la quinta de manera consecutiva. El próximo rival del número uno del mundo será el escocés Andy Murray, que tuvo que sufrir para imponerse en cinco sets al francés Gael Monfils.
El duelo Nadal-Ferrer, reedición de la última final en París, tuvo por momentos el color de la revancha del alicantino, agresivo y acertado. Como en Montecarlo, Ferrer parecía decidido a frenar el despegue de un Nadal con hambre de triunfos en esta temporada irregular sobre tierra. El balear encontró la mejor versión, la que sabía que iba a necesitar, para dar la vuelta a un desapacible partido.
El choque de trenes comenzó con algo más de tres horas de retraso por la lluvia. Nadal cedió el primer set, pero Ferrer sufrió un cortocircuito en su juego que el de Manacor no dudó en aprovechar. La mejora del defensor del título ya se dejó ver en el segundo set, salvando tres bolas de rotura en el sexto juego para aprovechar su break en el tercero.
Pero sin duda, con el empate en el bolsillo y su rival fallando, Nadal leyó a la perfección el nuevo escenario hasta terminar encontrando su mejor versión. Precipitado, el alicantino entró en barrena y perdió un saque tras otro en el tercer set. Nadal no necesitó presionar en exceso. Le bastó con no cometer errores para lapidar poco a poco a un Ferrer con gesto contrariado que encajaba un doloroso rosco (6-0).
El ocho veces ganador de Roland Garros siguió encadenando juegos a favor para poner contra las cuerdas a su rival, que estaba noqueado tras perder diez juegos consecutivos, aunque aún acertó a romperle el saque a Nadal en la cuarta manga (3-1). Sin embargo, fue un espejismo: el número uno del mundo ya había encontrado el camino y acabó pasando por encima de su compatriota para seguir alargando su leyenda en la arcilla francesa, donde suma 33 victorias consecutivas y a dos partidos de su quinto título seguido.
Murray vence a un inspirado Monfils
El próximo rival de Nadal será un Andy Murray que tuvo que sudar para doblegar (6-4, 6-1, 4-6, 1-6 y 6-0) a Gael Monfils, el último superviviente francés en Roland Garros, en una superficie que no es su preferida. A pesar de ceder los dos primeros sets, el galo dio muestras de la batalla que estaba dispuesto a presentar, obligando al máximo al escocés.
Monfils terminó sacando la épica para empatar el encuentro y mandarlo al quinto set, pero en el definitivo parcial esperaba un Murray sólido y dispuesto a imponer su ley. El tenista francés entró precipitado y el británico, séptimo cabeza de serie, no dudó en terminar de hundir la resistencia local para citarse con Nadal.
Murray y Rafa ya se vieron las caras hace tres semanas en un igualado duelo de cuartos de final en el Masters 1000 de Roma, que cayó del lado del manacorense.