El regreso de Rafa Nadal al Masters 1000 de Madrid, tras ganar el título el pasado año por tercera vez, se ha saldado con una victoria contundente ante el argentino Juan Mónaco, al que ha vencido por 6-1 y 6-0 en sólo 68 minutos para asegurarse el pase a octavos de final.
No fue el mejor partido de Nadal, pero sí ha servido para probarse ante su amigo Pico Mónaco, quien, además de luchar contra el número uno del mundo, mantuvo una dura pelea contra el juez de silla, el brasileño Carlos Bernardes, quien le advirtió una vez por exceso de tiempo al saque y con el que mantuvo una larga discusión por una bola de Nadal que rozó una de las líneas.
Mónaco se desconcentró por estas circunstancias, pero lo cierto es que nunca estuvo cómodo en la pista Manolo Santana y cuando jugó al límite en algunos puntos se encontró con la respuesta del español.
Nadal, que ha conseguido su décima victoria de la temporada en tierra -las dos derrotas sufridas fueron en los cuartos de final del Masters de Montecarlo y el Trofeo Godó-, se medirá en octavos de final al finlandés Jarkko Nieminen, que ha ganado al holandés Igor Sijsling por 6-3 y 6-2.
El de Manacor ha vencido a Nieminen las siete veces en las que se han enfrentado y sólo ha cedido un set de los 18 que han disputado, en Barcelona en 2006.
Feliciano a octavos; Almagro cae
Acompañará a Nadal en octavos Feliciano López, que hizo vibrar al público madrileño con una remontada ante el ruso Mijail Youznhy (3-6, 6-3 y 6-4) que le lleva a esa ronda contra el austríaco Dominic Thiem, verdugo del suizo Stanislas Wawrinka.
El que no ha podido avanzar de ronda ha sido el murciano Nico Almagro, que ha caído con el británico Andy Murray por 6-1, 1-6 y 6-4. Murray se enfrentará en octavos con el colombiano Santiago Giraldo, que ha eliminado al francés Jo-Wilfried Tsonga, por 6-4 y 6-3.
Almagro, verdugo de Rafael Nadal en los cuartos de final de Barcelona, jugó el partido casi al paso, sin apenas poder correr. Un problema en el talón izquierdo le impidió dar de si todo lo que pudo, y a pesar de eso forzó al escocés a un tercer set en el que tuvo sus opciones.
El jugador murciano llamó al fisioterapeuta cuando perdía 5-0 en el primer set. Parecía que iba a retirarse, pero optó por seguir el partido, moviendo de lado a lado de la pista a Murray que defendiéndose como pudo ante la técnica de Nico y su fabuloso revés a una mano, cedió el segundo parcial.
En el tercero, una rotura en el décimo juego sentenció la victoria del campeón de Wimbledon el pasado año.