Diez años después de su primer enfrentamiento y de la única victoria sobre tierra de sus 26 duelos, el español David Ferrer venció a su compatriota David Ferrer, por 7-6 (1) y 6-4 en los cuartos de final del torneo de Montecarlo.
Ferrer se enfrentará en semifinales contra el suizo Stanislas Wawrinka, campeón del Abierto de Australia, que derrotó al canadiense Milos Raonic, por 7-6 (5) y 6-2. Ferrer aprovechó su oportunidad y en dos horas y 13 minutos logró lo que parecía imposible, ganar al Rey de la Tierra, y en uno de sus territorios sagrados, donde se ha coronado ocho veces campeón y donde con la de hoy solo ha doblado la rodilla en tres ocasiones.
Nadal cedió la primera en la tercera ronda de 2003 contra el argentino Guillermo Coria, en la primera intervención de Rafa en este torneo y su más temprana salida del mismo, y luego en la final del pasado año contra el serbio Novak Djokovic. Por primera vez en nueve años, Nadal no estará en la final del Principado.
44 errores no forzados
Los 44 errores no forzados de Nadal, por los 28 de Ferrer decidieron el duelo. También el saque del manacorense, perdido en cuatro ocasiones. Sin esa ayuda, y con la falta de ritmo de Rafa, lento en algunas ocasiones, era muy difícil afrontar la mayor rapidez de piernas de David, y su decisión con la derecha.
Los inicios del partido ya hacían prever un duelo épico. Quince minutos y 25 segundos duró el interminable tercer juego, en el que Ferrer tuvo oportunidad de marcar el 3-0. Los intercambios se hacían cada vez más largos y siempre desde el fondo, rotos en contadas ocasiones por dejadas casi siempre ganadas por Ferrer.
Nadal jugó un desempate desastroso y cedió el primer set en una hora y 25 minutos, solo siete minutos menos que los que Djokovic había invertido para ganar sus dos primeros partidos esta semana en el Principado.
Ferrer salía muy reforzado de este desempate y Nadal cedía un primer set en tierra en un juego corto, desde hace tres años (contra el italiano Paulo Lorenzi en la segunda ronda de Roma). Se esperaba su reacción pero no llegaba, y David se situó con un cómodo y esperanzador 5-2 y servicio.
Fue entonces cuando a ráfagas, Nadal soltó el brazo y llevó la inquietud al lado de Ferrer al acortar 5-4, pero de nuevo el levantino volvió a sacar para ganar el partido y no esta vez no falló. Atrás quedan ya las derrotas de Ferrer ante Nadal en ocho finales en tierra, las cinco semifinales y los cuatro cuartos perdidos en esta superficie. David había cortado en seco la racha de 30 victorias seguidas de Rafa sobre tierra, y en sus duelos personales las 17 que el de Manacor le había infligido sobre esta superficie.