Rafa Nadal volvió a ser ayer Rafa Nadal. De hecho, lleva siéndolo toda la semana en Madrid. Pero había que refrendarlo en la final. Y el mallorquín lo logró. Con una relativa comodidad, fruto de su excelente nivel, se impuso a Stanislas Wawrinka por 6-2 y 6-4, alcanzando de ese modo su título número 40 en tierra.
Cuarenta. Se dice pronto. Nadal iguala de ese modo a Thomas Muster, una leyenda del tenis sobre tierra, y se queda a sólo seis del argentino Guillermo Vilas. Detrás, Borg y Manuel Orantes están ya a diez del español. Pero es que además sus títulos en su superficie favorita son inmensos: ocho en Montecarlo y en Barcelona, siete en Roland Garros, y seis en Roma.
En Madrid Rafa ha conseguido además su torneo número 55 en total, entre los que se encuentran 11 Grand Slam (sólo superado por tres tenistas) y 23 Másters 1.000, escapándose en la cabeza de la lista con dos más que su inmediato perseguidor, Roger Federer.
"No compito con Vilas", bromeó el español al cerciorarse que le quedan seis para igualar al argentino en tierra. "He jugado agresivo y me ha salido bien. Ha sido una semana muy bonita. Ganar dos semanas en España es muy especial", dijo al referirse al título logrado en Barcelona. "Todas estas victorias solo sirven para ayudar".