Partido perfecto de David Ferrer, que se ha impuesto en dos horas y media a Tomas Berdych, por 6-2, 6-3 y 7-5, para situar el 2-2 en la final de la Copa Davis entre la República Checa y España que se disputa en el O2 Arena de Praga. Así pues, la eliminatoria se decidirá en el quinto y definitivo partido, que medirá a continuación a Nicolás Almagro con Radek Stepanek.
Ferrer dio una magnífica demostración de fuerza mental y de gran concentración para aniquilar a un Berdych que se vio a merced en los dos primeros sets, aunque intentó reaccionar en el tercero. Es la derrota más humillante que sufre el número seis mundial en toda su trayectoria en la Davis, que hasta ahora había ganado 22 partidos individuales en esta competición y perdido once. En casa tenía hasta ahora un balance de 12-5. Las derrotas fueron ante el español Feliciano López (2004), el estadounidense Andy Roddick (2007), el suizo Roger Federer (2007), el argentino Juan Martín del Potro (2009) y el kazajo Andrei Goluvev (2011).
En el cuarto partido de esta final de 2013, Ferrer empezó como un tiro al colocarse con un parcial de 3-0, jugando de forma impecable sin ceder un solo punto con su saque y colocando dos aces. El de Javea pudo incluso ampliar su ventaja a 5-1 de haber confirmado dos puntos de rotura que dispuso, pero en realidad le daba lo mismo. Tuvo luego la solvencia para salvar tres oportunidades de rotura y confirmar el parcial a la segunda oportunidad tras 45 minutos.
El segundo set fue calcado al primero, con rotura inicial de Ferrer en el segundo juego, y otra sensacional exhibición al servicio, pues el alicantino no cedió ni un solo punto de rotura en todo este parcial y concedió únicamente cinco puntos con este arma. De hecho, incluso puede decirse que el segundo set de Ferru fue mejor aún que el primero. Lo intentó Berdych, que se amparó en su saque y en el apoyo de la enfervorecida afición checa, pero eso no le sirvió ante el aguerrido tenista español.
Una rotura en el tercer juego puso por delante a Ferrer de nuevo en el tercer set, y aunque luego Berdych logró al fin quebrarle a las dos horas y ocho minutos (4-4), el de Jávea tuvo los arrestos de robárselo a continuación (6-5) y rematar esta descomunal faena con su servicio a la primera oportunidad.