Con la moral por las nubes tras ganar el pasado domingo en París-Bercy el primer título de Masters 1000 de su carrera, el español David Ferrer juega hoy (15:00 /Teledeporte) en la Copa Masters de Londres contra el suizo Roger Federer, uno de los tenistas más inaccesibles del circuito, al que sólo ha podido arañar tres sets en trece enfrentamientos.
Desde que ambos tenistas se vieran las caras sobre una pista por primera vez en Viena en 2003 (6-2 y 6-2 para Federer), el español ha tratado de superar sin éxito en otras doce ocasiones al suizo, que acumula 17 torneos de Grand Slam y todo tipo de récords, entre ellos el de victorias en la Copa Masters (40), un torneo que ha ganado en seis ocasiones.
No fue hasta su séptimo duelo, en 2007 en Hamburgo, cuando Ferrer le arrebató por primera vez un parcial a Federer, un logro que repitió en 2009 en Cincinatti y en 2010 en Madrid. El número dos del mundo y el quinto se enfrentaron de nuevo el pasado mes de mayo sobre la arena de la capital española, y volvió a repetirse la victoria del suizo, por 6-4 y 6-4.
Si bien Ferrer juega con la estadística en su contra, el alicantino llega a Londres al término de la mejor temporada de su carrera, en la que ha acumulado siete torneos (Auckland, Acapulco, Buenos Aires, Hertogenbosch, Bastad, Valencia y París-Bercy). La brillante trayectoria de este año permite a Ferrer mostrarse abierto a cualquier posibilidad ante Federer, consciente además de que una derrota ante el de Basilea no le cerraría las puertas de las semifinales de la Copa Masters.
"Nunca le he batido. Voy a enfrentarme al mejor tenista de la historia, así que tendré que dar lo mejor de mí mismo", afirmó el de Jávea tras asegurarse su primera victoria del torneo londinense, el pasado martes, ante el argentino Juan Martín Del Potro (6-3, 3-6 y 6-4 en dos horas y 16 minutos).
Según Ferrer, la clave del duelo ante Federer estará en la combatividad. "Creo que tendré que ser muy agresivo durante todo el partido para tener alguna oportunidad de batirle", afirmó el español, que a partir del 16 de noviembre formará parte del expedición española a Praga para disputar la final de la Copa Davis, en la que este año no estará el lesionado Rafa Nadal.
Así las cosas, Ferrer lucha por hacer un buen papel en el torneo que enfrenta a los ocho mejores tenistas del momento, en el que compite como cuarto cabeza de serie ante la ausencia de Nadal. En su camino hacia la final del próximo lunes, el alicantino no sólo luchará con Federer, sino contra su propio cansancio, dado que aterrizó en Londres al día siguiente de ganar en París y no ha disfrutado de una sola jornada de descanso antes de iniciar el Masters. "Me siento bien, por supuesto algo cansado por la acumulación de partidos, pero cuando un jugador está en una racha positiva la confianza ayuda mucho", explicó.
El español ha recordado que viene de ganar en Valencia, antes de en París-Bercy, y restaba importancia a la acumulación de partidos al final de una campaña especialmente densa por los Juegos Olímpicos de este verano. "Siempre soy positivo. Estoy jugando con mucha confianza en este tramo final", recuerda el alicantino, que en alguna ocasión ha batido al británico Andy Murray, número tres, así como al serbio Novak Djokovic, número dos, pero nunca a Federer.