L D (EFE) Sólo la campeona Maria Sharapova sostiene a las ambiciones rusas. Junto a ella, la francesa Amelie Mauresmo completa el cuarteto encaminado a la consecución del triunfo final. Tres de ellas, excepto la gala precisamente, son viejas conocidas como triunfadoras en la Catedral. Venus y Davenport regresan a la puja. La mayor de las hermanas Williams fue finalista en cuatro de las últimas cinco ediciones que ha disputado. En las dos primeras logró el título. Las dos siguientes fue finalista y el año anterior cayó en segunda ronda.
Ahora retorna a la lucha después de ganar con excesivos apuros en el segundo parcial, por 6-0 y 7-6 (12-10), a la veterana francesa Mary Pierce. Le aguarda Maria Sharapova, que se ha deshecho de su compatriota Nadia Petrova por 7-6 (10-8) y 6-3. Nunca antes se han encontrado ambas raquetas, perfectas representantes del tenis de ataque y expertas en la peculiaridad del juego sobre césped que comparten aspiraciones con Mauresmo y Davenport, candidatas por la otra parte del cuadro.
La francesa, que ha tumbado en dos sets (6-3 y 6-4) a la rusa Anastasia Myskina, suspira por conquistar un torneo grande. A pesar de ocupar habitualmente uno de los primeros puestos de la clasificación mundial nunca ha logrado la victoria final en un Grand Slam. Ahora alcanza la penúltima ronda del torneo londinense por tercera vez consecutiva.
La tenista de Saint Germains en Laye, de veinticuatro años, se enfrentará a la primera favorita, Lindsay Davenport, que ha terminado con otra de las aspirantes rusas y vencedora del último Abierto de Estados Unidos., Svetlana Kuznetsova, por 7-6 (7-1) y 6-3. Davenport, que ganó en el All England Club en 1999 y fue finalista un año después, vuelve a estar entre las cuatro mejores, como ocurrió en el pasado curso.
La tenista de Palos Verdes (California) vuelve a encontrarse con Mauresmo, una jugadora a la que la tiene tomada la medida. El encuentro en la pista central londinense será el duodécimo entre ambas, pero el primero en hierba. La diferencia es brutal a favor de Davenport, que ha ganado ocho de los once duelos precedentes, entre ellos, los siete últimos. El más reciente fue en Filderstadt, sobre superficie dura.
Ahora retorna a la lucha después de ganar con excesivos apuros en el segundo parcial, por 6-0 y 7-6 (12-10), a la veterana francesa Mary Pierce. Le aguarda Maria Sharapova, que se ha deshecho de su compatriota Nadia Petrova por 7-6 (10-8) y 6-3. Nunca antes se han encontrado ambas raquetas, perfectas representantes del tenis de ataque y expertas en la peculiaridad del juego sobre césped que comparten aspiraciones con Mauresmo y Davenport, candidatas por la otra parte del cuadro.
La francesa, que ha tumbado en dos sets (6-3 y 6-4) a la rusa Anastasia Myskina, suspira por conquistar un torneo grande. A pesar de ocupar habitualmente uno de los primeros puestos de la clasificación mundial nunca ha logrado la victoria final en un Grand Slam. Ahora alcanza la penúltima ronda del torneo londinense por tercera vez consecutiva.
La tenista de Saint Germains en Laye, de veinticuatro años, se enfrentará a la primera favorita, Lindsay Davenport, que ha terminado con otra de las aspirantes rusas y vencedora del último Abierto de Estados Unidos., Svetlana Kuznetsova, por 7-6 (7-1) y 6-3. Davenport, que ganó en el All England Club en 1999 y fue finalista un año después, vuelve a estar entre las cuatro mejores, como ocurrió en el pasado curso.
La tenista de Palos Verdes (California) vuelve a encontrarse con Mauresmo, una jugadora a la que la tiene tomada la medida. El encuentro en la pista central londinense será el duodécimo entre ambas, pero el primero en hierba. La diferencia es brutal a favor de Davenport, que ha ganado ocho de los once duelos precedentes, entre ellos, los siete últimos. El más reciente fue en Filderstadt, sobre superficie dura.