L D (EFE) Sharapova, de 19 años y que desde el triunfo histórico que logró en la final de Wimbledon del 2004 no había vuelto a luchar por otro de Grand Slam, ha roto el maleficio al vencer en semifinales a la número uno del mundo, la francesa Amelie Mauresmo, y en la final a la número dos. Entre ambas habían conseguido los tres títulos de Grand Slam, dos para la tenista francesa -Australia y Wimbledon- y uno para Henin-Hardenne, el de Roland Garros.
Pero a ninguna de las dos les bastó su tenis para superar los mejores golpes de derecha de Sharapova, su saque y sobre todo su inspiración y tranquilidad en la disputa de los puntos decisivos. "Sabía que si sacaba bien y tenía paciencia iba a lograr el objetivo del triunfo, y eso fue lo que sucedió", declaraba Sharapova. "Es de locura lo que he conseguido".
La tenista de Siberia, que por undécimo año consecutivo lograba que la final femenina del Abierto concluyese en sólo dos sets, sólo estuvo fuera del control del partido en los dos primeros juegos, cuando Henin-Hardenne se puso con un parcial favorable de 2-0. Luego fue Sharapova, la reina de los contratos comerciales, quien recuperó también la imagen de la adolescente triunfadora en Wimbledon de 2004 y no la que había perdido cinco semifinales de Grand Slam.
Henin-Hardenne, que disputaba su cuarta final de Grand Slam este año, tiró sobre la red el último error no forzado que cometió en el partido, Sharapova se arrodilló en la pista central Arthur Ashe para cubrirse la cara con las manos y comenzar a disfrutar de un gran triunfo. Luego corrió como loca por entre las gradas para después de unos minutos de búsqueda del camino para llegar a su padre, lo abrazó y le dijo "Te quiero y muchas gracias por todo", para luego hacerlo con un hombre joven que lo acompañaba y que le había estado enviando señales con las manos durante el partido para que bebiese agua y comiese trozos de plátano.
Esa reacción fue la primera en toda la noche que le hizo parecer como auténtica adolescente, que todavía necesita que le ayuden, pero el resto de la noche, Sharapova estuvo por encima de su rival en todos los aspectos, tanto en presencia, control del ambiente, calidad de juego de tenis y en no cometer los errores de la ex campeón del Abierto. Aunque es cierto que Henin-Hardenne, que había ganado a Sharapova las cuatro últimas veces en las que se enfrentaron, le dio un poco de ayuda porque no fue la campeona de cinco títulos de Grand Slam, la tenista belga reconoció al final del partido que la mejor en el campo había sido su rival.
Sharapova se adjudica su primer Abierto de EEUU al derrotar a Henin-Hardenne en la final
La reina de la imagen y el estilo del tenis femenino, la rusa Maria Sharapova, ha reivindicado en el Abierto de Estados con su tenis que también es la mejor en el campo al derrotar en la gran final a la belga Justine Henin-Hardenne por un doble 6-4. Con su triunfo, Sharapova no sólo se llevaba un premio de 1,7 millones de dólares, sino también el reconocimiento que es una verdadera campeona.
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