Era la cuarta vez que Venus y Serena se venían las caras en la final de Wimbledon y en esta ocasión, la pequeña derrotó a la mayor en dos sets en un partido de puntos cortos, marcado por la fortaleza de los respectivos servicios y que sólo se animó en la primera manga. El partido comenzó tal y cómo se preveía. Las dos hermanas basan su juego en el saque -durante el torneo ambas han alcanzado los 200 km/h-, y eso hizo que durante los primeros juegos vencieran con facilidad sus respectivos servicios.
Sin ningún "break" registrado -ni siquiera hubo posibilidad de ello- en los primeros siete juegos, Venus tuvo su primera oportunidad en el octavo, cuando, con 4-3 a su favor, dispuso de dos bolas para romper el saque de Serena que desaprovechó. En el "deuce", su hermana se apuntó dos "aces" para cerrar con autoridad su remontada, aunque la mayor de las hermanas Williams no pareció "tocada" por ello y venció de nuevo sin problemas su saque.
Las estadounidenses, que se conocen al milímetro después de haberse enfrentado en competición oficial con ésta en 22 ocasiones, no dejaron ni el más mínimo resquicio a su contrincante, sabedoras de que cualquier error podría ser fatal para sus respectivos intereses. Las dos se concentraron en conservar su servicio por encima de todo -la mayoría de puntos acabaron 40-15 ó 40-0 y sólo tres juegos llegaron a "deuce"-, algo vital en una superficie como la hierba, donde un buen saque, tal y como ellas mismas han demostrado durante los dos últimos años, otorga una ventaja difícilmente superable.
El partido siguió exactamente por los mismos derroteros hasta el undécimo juego, cuando con 5-5 Serena forzó un "deuce" que tampoco le sirvió para ponerse por delante. Pero ni siquiera la presión de perder el set hizo amilanarse a la menor de las hermanas Williams, que tanto con el 5-4 y el 6-5 en contra fue capaz de ganar sin problemas su servicio y forzar así el "Tie-break".
Y ahí se disparó la adrenalina. Serena consiguió por fin romper el saque de su hermana y se puso 6-2 por delante en uno de los pocos puntos largos del primer set y que ganó tras mover a su hermana de uno a otro lado de la pista. Venus acabó de rodillas tras este punto, una premonición de lo que ocurriría justo después, cuando tras salvar la primera pelota de set -gracias al uso del "ojo"- perdió el primer set en otro punto largo y lleno de emoción que acabó con un perfecto globo de Serena para ponerse con ventaja.
El guión del partido no varió ni un milímetro durante los cinco primeros juegos del segundo set, hasta que en el sexto, Serena confirmó que no estaba dispuesta a volver a tropezar en la misma piedra que en 2008 y le hizo un "break" a su hermana. La cara de Venus hizo entonces una mueca de disgusto que a la postre fue clarificadora, ya que, desconcentrada, fue incapaz de intentar devolverle la jugada a su hermana y perdió el siguiente juego tras golpear con la caña de la raqueta la bola que decidía el punto definitivo, lo que daba una ventaja de tres juegos a Serena para hacerse con la victoria en el torneo más importante jugado en hierba del circuito. La menor de las Williams y número dos del mundo volvió a romperle el servicio a su hermana Venus al llegar a "deuce" y aprovechar su cuarta ventaja para hacerse con su tercer título de Wimbledon.
Serena sigue así con su buen momento de forma, ya que esta temporada ha ganado dos de los tres Grand Slams disputados por el momento al vencer también en el Open de Australia, además de haber alcanzado los cuartos de final en Roland Garros.
La pista Central del All England Club, llena hasta la bandera, disfrutó de un partido que finalmente se jugó al descubierto pese a que había amenaza de lluvia hasta poco antes de comenzar el duelo, y en el que finalmente brilló con fuerza el sol, lo que pobló el graderío de los tradicionales sombreros de paja. Tras esta victoria Serena Williams vence por 12 a 10 a su hermana mayor en los enfrentamientos fratricidas que han mantenido, aunque, con tres títulos de Wimbledon, sigue lejos de los cinco con los que ya cuenta Venus en su palmarés.
Serena se corona por tercera vez en Wimbledon
Venus Williams no ha podido revalidar su triunfo en Wimbledon tras caer ante su hermana Serena por 7-6(3) y 6-2, en la final del torneo inglés. La menor de las hermanas venga así su derrota de hace un año, cuando también ambas se disputaron el título.
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