L D (EFE) Clarence Seedorf había participado horas antes en un seminario ítalo-holandés titulado "Deporte e Integración" que tuvo lugar en la sede del Comité Nacional Olímpico Italiano (CONI).
El jugador, que entre 1996 y 1999 jugó en el Real Madrid, al que llegó procedente de la Sampdoria y volvió a tierras transalpinas en las filas del Inter del Milán, explica que "la situación en Italia en los últimos años ha cambiado bastante". "Cuando llegué a Italia en 1995, no había toda esta preocupación por la diversidad. Ahora veo mucha más inmigración y me doy cuenta de que otras culturas pueden asustar, pero es necesario combatir este tipo de miedo e ignorancia. Para que haya un verdadero cambio se necesita tiempo", explica.
El centrocampista reconoce no tener personalmente una solución rápida para resolver el problema de la violencia en los estadios de fútbol italianos, pero subrayó que "todos deben contribuir, partiendo de los propios jugadores". "Lo que ha pasado en Catania (2 de febrero, muerte de un inspector de Policía en partido entre Catania y Palermo), no tiene nada que ver con el fútbol, aunque reconozco que nuestro mundo tiene que crecer todavía en estas cosas", añade Seedorf.
Reconoció que los futbolistas son un ejemplo para muchos jóvenes, por lo que ahondó en la necesidad de que los jugadores "muestren valores de respeto dentro del terreno de juego". El centrocampista cita como ejemplo el rugby donde durante el juego "los jugadores se masacran, pero cuando llegan el final del partido se abrazan antes de volver al vestuario". "Son estos los valores con los que al final se quedan los niños, que son los que se están formando y todavía pueden cambiar; los adultos debemos tomar conciencia de ello", destaca el jugador.
Según su opinión, es importante "promover valores utilizando el fútbol y el entretenimiento" y dijo que "los ultras son una moda más que nada y seguramente haya personas normales entre ellos". También apuntó que "otra cosa son los delincuentes, con los que hay que aplicar estrictamente la ley". "Italia está obligada a cambiar, ha llegado el momento de cambiar", insiste.
El jugador natural de Surinam promueve la fundación 'Champions for Children' con la que pretende infundir valores entre los más pequeños a partir del entretenimiento. Uno de los próximos proyectos que llevará a cabo es un 'Sport College' en Surinam. El jugador, que tiene contrato hasta el 30 de junio de 2011 con el Milán, reconoció que sus selecciones favoritas durante el pasado Mundial de fútbol de Alemania 2006 fueron, en primer lugar, Argentina seguida de España, Italia y México. Tampoco descarta en un futuro, ya no siendo jugador, volver a vivir a Madrid: "Allí me siento como en mi casa, tengo muchos amigos, la gente es muy acogedora y conservo un buen recuerdo de mi periplo en la ciudad".
El jugador, que entre 1996 y 1999 jugó en el Real Madrid, al que llegó procedente de la Sampdoria y volvió a tierras transalpinas en las filas del Inter del Milán, explica que "la situación en Italia en los últimos años ha cambiado bastante". "Cuando llegué a Italia en 1995, no había toda esta preocupación por la diversidad. Ahora veo mucha más inmigración y me doy cuenta de que otras culturas pueden asustar, pero es necesario combatir este tipo de miedo e ignorancia. Para que haya un verdadero cambio se necesita tiempo", explica.
El centrocampista reconoce no tener personalmente una solución rápida para resolver el problema de la violencia en los estadios de fútbol italianos, pero subrayó que "todos deben contribuir, partiendo de los propios jugadores". "Lo que ha pasado en Catania (2 de febrero, muerte de un inspector de Policía en partido entre Catania y Palermo), no tiene nada que ver con el fútbol, aunque reconozco que nuestro mundo tiene que crecer todavía en estas cosas", añade Seedorf.
Reconoció que los futbolistas son un ejemplo para muchos jóvenes, por lo que ahondó en la necesidad de que los jugadores "muestren valores de respeto dentro del terreno de juego". El centrocampista cita como ejemplo el rugby donde durante el juego "los jugadores se masacran, pero cuando llegan el final del partido se abrazan antes de volver al vestuario". "Son estos los valores con los que al final se quedan los niños, que son los que se están formando y todavía pueden cambiar; los adultos debemos tomar conciencia de ello", destaca el jugador.
Según su opinión, es importante "promover valores utilizando el fútbol y el entretenimiento" y dijo que "los ultras son una moda más que nada y seguramente haya personas normales entre ellos". También apuntó que "otra cosa son los delincuentes, con los que hay que aplicar estrictamente la ley". "Italia está obligada a cambiar, ha llegado el momento de cambiar", insiste.
El jugador natural de Surinam promueve la fundación 'Champions for Children' con la que pretende infundir valores entre los más pequeños a partir del entretenimiento. Uno de los próximos proyectos que llevará a cabo es un 'Sport College' en Surinam. El jugador, que tiene contrato hasta el 30 de junio de 2011 con el Milán, reconoció que sus selecciones favoritas durante el pasado Mundial de fútbol de Alemania 2006 fueron, en primer lugar, Argentina seguida de España, Italia y México. Tampoco descarta en un futuro, ya no siendo jugador, volver a vivir a Madrid: "Allí me siento como en mi casa, tengo muchos amigos, la gente es muy acogedora y conservo un buen recuerdo de mi periplo en la ciudad".