A través de un comunicado de prensa, la escudería Mercedes GP ha confirmado que el piloto alemán Michael Schumacher, de 42 años, sufría mareos al ponerse al volante del simulador. Y es que, al parecer, el movimiento de la máquina es más exagerado y fuerte que el del cockpit del coche de carreras.
Aunque parezca un aspecto menor, la importancia de los simuladores es clave en la Fórmula 1, pues este aparato permite adaptarse con anterioridad a la primera sesión del viernes de los grandes premios, según destaca el portal MotorGoo.
Quedan muchos interrogantes en el aire pero lo que parece claro es que la ausencia del trabajo en los simuladores podría propiciar cierta ventaja a sus rivales.
A la espera de confirmación oficial, varios medios europeos señalan que los mareos vendrían provocados por el accidente de moto que Schumacher, heptacampeón mundial de F1, sufrió en febrero de 2009 en Cartagena (Murcia) y que acabó dañándole el cuello y la cabeza.