Schumacher pone el Mundial al rojo vivo con su victoria en Monza y el abandono de Alonso

(Libertad Digital) Michael Schumacher ha logrado la que es su quinta victoria de la temporada y posiblemente una de las últimas en su carrera. El heptacampeón de Fórmula Uno ha anunciado que lo deja y quiere retirarse por la puerta grande: ganando su octavo Mundial. Le está ayudando Fernando Alonso, que en pocas carreras ha dilapidado la ventaja que mantenía en el liderato. Este domingo se le ha notado la presión. No es lo mismo que te juegues el título con Kimi Raikkonen a que lo hagas con el corredor más respetado de la historia de este deporte. Así, este domingo ha roto el motor, algo que no sucedía desde el 10 de octubre de 2003.

 

Ya sólo le quedan dos puntos de ventaja con Michael Schumacher. Hay que decir que la discutida sanción de este sábado le restó posibilidades de aguantar la persecución. Pero esta rotura no obliga a nadie a forzar tanto la máquina hasta romperla. Salió con rabia el español y ganó tres posiciones en la primera vuelta y a puntito estuvo de ser penalizado por adelantar saliéndose de la pista en la primera chicane. El británico Jenson Button se le atragantó hasta la primera parada para repostar.

 

Por arriba, Raikkonen aguantó todo lo que pudo a Schumacher, aunque tras el primer paso por boxes, se disipó la ventaja. Así comenzó el alemán a forzar su victoria. Robert Kubica seguía tercero, por delante de Felipe Massa y de Fernando Alonso. La vuelta cuarenta fue clave en la carrera. El polaco y el español se detuvieron a la vez a repostar. Ambos se emparejaron en la calle de boxes para recorrer los metros finales hasta el punto donde termina el límite de velocidad, allí el asturiano aceleró antes y logró salir por delante de Massa, que había parado en el giro anterior.

Alonso había logrado el milagro de conseguir un puesto en el podio después de haber partido desde el décimo puesto, poco a poco comenzaba a poner ventaja sobre sus seguidores, hasta que tres giros después, en la vuelta 43, a diez del final, lo que no había ocurrido en casi dos años, ocurrió cuando más le podía perjudicar, el motor se rompía dejando tras de sí una columna de humo blanco. Se completaba así una jornada aciaga para los pilotos españoles, ya que Pedro de la Rosa (McLaren-Mercedes) también había roto el motor y se había tenido que retirar después de haber dado 20 vueltas.

Antes de iniciarse la carrera Ron Dennis, patrón de McLaren, habló brevemente con De la Rosa antes de que éste se subiera al coche, posiblemente para pedirle que facilitara a Alonso su adelantamiento, ya que el catalán partía desde la séptima plaza y el asturiano desde la décima, porque si en algo beneficia a McLaren el triunfo en el mundial del asturiano, es que el año que viene su escudería lucirá el número uno.

Michael Schumacher volaba hacia la victoria, cruzaba la línea de meta con ocho segundos de ventaja sobre Raikkonen y se situaba a tan solo dos puntos de Alonso en la clasificación del campeonato del mundo a falta de disputarse los Grandes Premios de China, Japón y Brasil. El polaco Robert Kubica en su tercera carrera al volante de un BMW lograba subir por primera vea al podio y obtenía para la casa de Baviera el mejor resultado de la temporada.

Tras la ceremonia del podio Michael Schumacher anunciaba por televisión su decisión de retirarse al final de la temporada, pase lo que pase, con gesto emocionado, al borde de las lágrimas, y con el pensamiento puesto en un octavo título del mundo, que solo Alonso puede impedir.