L D (EFE) En una reedición del Gran Premio de San Marino del año pasado, aunque con los papeles invertidos, esta vez fue el siete veces campeón mundial el que resistió las embestidas de Fernando Alonso, que remontó desde la quinta plaza desde la que comenzó la carrera. Alonso sacó partido de los problemas de neumáticos que comenzaron a acosar al Kaiser a mitad de carrera para situarse literalmente bajo su alerón trasero, pero el español finalmente no pudo rebasar al alemán en una trazado, el Enzo y Dino Ferrari, de Ímola (Italia), en el que esta maniobra es casi imposible.
Fernando Alonso ganó un puesto en la primera variante del circuito (Tamburello), en la que aprovechó una torpeza del brasileño Rubens Barrichello para superarlo sin piedad. El asturiano se colocó tras el británico Jenson Button (Honda) y el también brasileño Felipe Massa (Ferrari), segundo y tercero, mientras Schumacher comenzaba a marcar las primeras distancias. Button se quitó pronto de en medio ya que fue el segundo en hacer el primer repostaje, lo que dejaba claro que en la clasificatoria del sábado, en la que fue segundo tras Schumacher, iba bastante ligero de combustible. Alonso comenzó entonces a acosar a Massa y empezó a ser más veloz que éste a partir de la décima vuelta, con Schumacher como siguiente objetivo.
Alonso empezó a marcar un ritmo endiablado. Este factor, junto a los problemas de degradación de los neumáticos que comenzaron a acosar al alemán a mitad de carrera, permitieron al asturiano ir recortando a pasos agigantados la ventaja que llegó a amasar Michael Schumacher. El español tardó muy poco en pegarse al germano en el preludio de una lucha que iba a durar hasta el final. La pugna se interrumpió momentáneamente con la segunda parada de ambos, en la que Ferrari copió la estrategia de Renault e hizo que Schumacher se detuviese sólo una vuelta más tarde que Alonso. El combate se reanudó poco después, esta vez con el germano calzado con neumáticos nuevos.
Esta circunstancia, unida a lo complicado del trazado para adelantar, volvió a dificultar la tarea de Alonso, que en la parte final incluso cometió un par de errores, en las curvas de Rivazza y Villeneuve, que a punto estuvieron de costarle caras. En la primera estuvo a punto de salirse y en la segunda salió rebotado al pasar por encima de un bordillo. Al contrario de lo sucedido hace un año, esta vez el acosado era Schumacher y el cazador, Fernando Alonso. En 2005 éste supo cerrar todas las puertas a su rival para apuntarse el triunfo en el año de su título, pero esta vez, con los papeles cambiados, fue el piloto de Ferrari el que impidió la progresión hacia el triunfo del español.
La de este domingo es la victoria número 85 de Michael Schumacher, la séptima en este gran premio y la primera desde el de Estados Unidos del año pasado, en donde sólo corrieron los seis pilotos equipados con neumáticos de la marca japonesa Bridgestone tras el boicoteo de los equipos con ruedas de la francesa Michelin.
Tras el Gran Premio de San Marino, Fernando Alonso, que en las cuatro primeras carreras ha logrado dos victorias (Bahrein y Australia) y dos segundos puestos, sigue al frente del Mundial de pilotos, ahora con 36 puntos. Le sigue ahora con 15 menos Michael Schumacher. Raikkonen, subcampeón mundial, es tercero con 18 puntos. Con éste son ya 27 los podios conseguidos por Fernando Alonso en su carrera en la Fórmula Uno. Los últimos diez, además, han sido de forma consecutiva, en una serie que arrancó en el Gran Premio de Turquía de 2005.
El podio lo completó, para celebrar el gran premio número 600 de su escudería, el colombiano Juan Pablo Montoya (McLaren-Mercedes), que arrancó desde el séptimo puesto de la parrilla. A continuación se clasificaron, dentro de la zona de puntos, Massa, el finlandés Kimi Raikkonen (McLaren-Mercedes), el australiano Mark Webber (Williams-Cosworth), Button (Honda) y el italiano Giancarlo Fisichella (Renault). Button, que salió segundo, cayó hasta el séptimo lugar y protagonizó un incidente en la calle de los garajes, en donde, tras su segunda detención, se llevó puesta la manguera del combustible. El encargado de anunciarle el final de la operación giró la señal antes de que hubieran retirado la manguera del monoplaza del piloto de Honda.
Fernando Alonso ganó un puesto en la primera variante del circuito (Tamburello), en la que aprovechó una torpeza del brasileño Rubens Barrichello para superarlo sin piedad. El asturiano se colocó tras el británico Jenson Button (Honda) y el también brasileño Felipe Massa (Ferrari), segundo y tercero, mientras Schumacher comenzaba a marcar las primeras distancias. Button se quitó pronto de en medio ya que fue el segundo en hacer el primer repostaje, lo que dejaba claro que en la clasificatoria del sábado, en la que fue segundo tras Schumacher, iba bastante ligero de combustible. Alonso comenzó entonces a acosar a Massa y empezó a ser más veloz que éste a partir de la décima vuelta, con Schumacher como siguiente objetivo.
Alonso empezó a marcar un ritmo endiablado. Este factor, junto a los problemas de degradación de los neumáticos que comenzaron a acosar al alemán a mitad de carrera, permitieron al asturiano ir recortando a pasos agigantados la ventaja que llegó a amasar Michael Schumacher. El español tardó muy poco en pegarse al germano en el preludio de una lucha que iba a durar hasta el final. La pugna se interrumpió momentáneamente con la segunda parada de ambos, en la que Ferrari copió la estrategia de Renault e hizo que Schumacher se detuviese sólo una vuelta más tarde que Alonso. El combate se reanudó poco después, esta vez con el germano calzado con neumáticos nuevos.
Esta circunstancia, unida a lo complicado del trazado para adelantar, volvió a dificultar la tarea de Alonso, que en la parte final incluso cometió un par de errores, en las curvas de Rivazza y Villeneuve, que a punto estuvieron de costarle caras. En la primera estuvo a punto de salirse y en la segunda salió rebotado al pasar por encima de un bordillo. Al contrario de lo sucedido hace un año, esta vez el acosado era Schumacher y el cazador, Fernando Alonso. En 2005 éste supo cerrar todas las puertas a su rival para apuntarse el triunfo en el año de su título, pero esta vez, con los papeles cambiados, fue el piloto de Ferrari el que impidió la progresión hacia el triunfo del español.
La de este domingo es la victoria número 85 de Michael Schumacher, la séptima en este gran premio y la primera desde el de Estados Unidos del año pasado, en donde sólo corrieron los seis pilotos equipados con neumáticos de la marca japonesa Bridgestone tras el boicoteo de los equipos con ruedas de la francesa Michelin.
Tras el Gran Premio de San Marino, Fernando Alonso, que en las cuatro primeras carreras ha logrado dos victorias (Bahrein y Australia) y dos segundos puestos, sigue al frente del Mundial de pilotos, ahora con 36 puntos. Le sigue ahora con 15 menos Michael Schumacher. Raikkonen, subcampeón mundial, es tercero con 18 puntos. Con éste son ya 27 los podios conseguidos por Fernando Alonso en su carrera en la Fórmula Uno. Los últimos diez, además, han sido de forma consecutiva, en una serie que arrancó en el Gran Premio de Turquía de 2005.
El podio lo completó, para celebrar el gran premio número 600 de su escudería, el colombiano Juan Pablo Montoya (McLaren-Mercedes), que arrancó desde el séptimo puesto de la parrilla. A continuación se clasificaron, dentro de la zona de puntos, Massa, el finlandés Kimi Raikkonen (McLaren-Mercedes), el australiano Mark Webber (Williams-Cosworth), Button (Honda) y el italiano Giancarlo Fisichella (Renault). Button, que salió segundo, cayó hasta el séptimo lugar y protagonizó un incidente en la calle de los garajes, en donde, tras su segunda detención, se llevó puesta la manguera del combustible. El encargado de anunciarle el final de la operación giró la señal antes de que hubieran retirado la manguera del monoplaza del piloto de Honda.
La próxima carrera será el Gran Premio de Europa, que se disputará el 7 de mayo en el Nürburgring alemán.