L D (EFE) "Es como si en tu casa no tienes nevera y te regalan el quinto televisor para ponerlo en el baño", señala Scariolo, aunque también puntualiza que el jugador no tiene la culpa y que no entra "en el mérito de la calidad humana y técnica del nuevo jugador".
"De todas formas, me tomo este enésimo desplante con sentido del humor, porque de lo contrario habría que estar bastante tristes. Se ha traído a un jugador sin contar con el visto bueno del entrenador y en una posición distinta a la que el entrenador consideraba que había que reforzar el equipo", reitera.