Savoldelli completa el recital del Discovery y estrena su palmarés en el Tour en la etapa más larga

L D (EFE) Savoldelli, de 32 años, lleva un año triunfal después de dos de sequía entre lesiones y accidentes. Le fichó el Discovery después de su paso por el Telekom alemán como comodín de lujo y ha respondido a las expectativas. Ganó el Giro y en Revel ha estrenado su historial en el Tour, donde constan un total de 20 victorias. Fue más listo que sus tres rivales en el esprint final, esperó a que se quemara Arvesen, el primero que atacó a tope, y le superó claramente en la línea de llegada.

El italiano del equipo americano ha invertido un tiempo de cinco horas, 41 minutos y 19 segundos, el mismo que el noruego del CSC, quien no supo jugar sus bazas en la hora de la verdad. Le sobraron 100 metros por precipitación. La tercera plaza ha sido para el australiano Gerrans, del AG2R, y la cuarta para el francés Hinault (Credit), a ocho y once segundos del ganador, respectivamente. El español Óscar Sevilla llegó sexto a 51 segundos. Todos ellos componentes de una escapada de 200 kilómetros que nació en el 37. El pelotón, que había declarado día de descanso la víspera de la etapa peligrosa de Mende, hizo acto de presencia en la capital del mueble artístico a 22 minutos, lo que da una idea de las ganas que tuvieron de dar pedales en esta etapa de transición hacia el Macizo Central.

Las cosas sólo se pusieron un poco serias cuando en una cota de tercera categoría, Saint Ferreol, a 7 kilómetros de meta, el kazako Vinokurov tensó la cadena y obligó a reaccionar al líder, esta vez acompañado por su guardia pretoriana. Ataque tardío y apenas simbólico de un corredor que anunció su marcha del T-Mobile a final de temporada. La respuesta de Armstrong fue la habitual. "Aquí ya no se mueve nadie". Al final del cuento todos contentos en espera de días más propicios. Armstrong borró otra jornada en su carrera hacia el séptimo Tour. Y Basso y Rasmussen en sus puestos de inquilinos secundarios en el podio. Mancebo guardó su quinto puesto a 6:31 del gran jefe americano.

La escapada del día fue numerosa y maratoniana. La expedición, después de varios intentos, entre ellos el del americano Landis (Phonak), partió en busca de fortuna en el kilómetro 39. Discovery metió a dos hombres para el viaje, Rubiera y Savoldelli, el T-Mobile a Sevilla, el CSC a Arvesen y el Rabobank a Dekker. Los hombres del "cajón" estaban representados. Las diferencias se fueron abriendo a marchas forzadas, se trataba de la clásica escapada bidón que no comportaba ningún peligro para la jerarquía. En el kilómetro 193, con los 17 de cabeza con 20 minutos de adelanto, el grupo se redujo a ocho corredores tras un ataque del holandés Tankink. El decorado cambiaba y la gestión de la etapa pasó a 8 corredores, con Savoldelli, Sevilla, Arvesen, Hinault, Righi, Grivko y Gerrans. Todos arrimaron el hombro para alcanzar una ventaja récord en el Tour 2005 de más de 24 minutos a 40 kms. de meta.

La siguiente selección se efectuó en el puerto de tercera del km. 232, a solo 7 de meta. Volvió a acelerar Tankink y lo intentó Grivko, pero Savoldelli e Hinault despegaron con fuerza para coronar a dúo. Lanzados hacia la meta se les unieron Arvesen y Gerrans. El nórdico arrancó a 500 metros, un latigazo lejano que despegó a todos los rivales menos al gregario de Armstrong, quien le tomó la rueda para darle la puntilla en las últimas pedaladas. "Me faltaba una victoria en el Tour y ahora siento una gran emoción. Esta es la mejor carrera y la coreografía del podio me ha emocionado", ha dicho el corredor bergamasco, rescatado para la gloria por un equipo americano. Era la tercera victoria para sus colores, después de la contrarreloj por equipos y la lograda por Hincapie en Saint Lary.

El Tour se adentrará este jueves en el Macizo central con la decimoctava etapa entre Albi y Mende, de 189 kilómetros. Jornada de media montaña, de continuos toboganes y peligrosa al final con un ascenso próximo a la línea de llegada con 3 kilómetros al diez por ciento de pendiente media. Esta etapa encumbró a Jalabert en 1995.