L D (EFE) Carlos Sainz explicó cómo se produjo el accidente: "Era una curva larga a izquierdas y bastante rápida. Hice deslizar ligeramente el coche en la trayectoria para el final de la curva que se cerraba y una pérdida repentina de adherencia nos envió hacia el exterior y chocamos de frente contra un árbol bastante grande a unos 80 ó 90 km/h".
Carlos y su copiloto, Marc Martí, terminaron la especial con el coche de reserva y el médico de la organización que supervisaba los reconocimientos les hizo que fueran al hospital de Harvey, la ciudad más próxima. De allí Carlos y Marc fueron trasladados en helicóptero al hospital St. John of God de Perth, hasta donde se desplazó el médico del equipo Citroen para efectuarles un examen completo.
Carlos sentía dolores en las vértebras cervicales y abandonó el hospital con un collarín para llegar al hotel. "El médico que me examinó me desaconsejó pilotar por el riesgo que representaba un posible choque", explicó el piloto español. Marc Marti, salió ileso del accidente, y solo tenía algunos dolores musculares. Después de pensárselo bien durante la noche, Carlos tomó la decisión la decisión de no participar en la segunda jornada de reconocimientos. Nuevos exámenes realizados en la mañana de este miércoles confirmaron el diagnóstico.
Cuando llegó a Perth, Guy Fréquelin habló con el piloto español y juntos tomaron la decisión de que no participara en la prueba. Solamente habrá un Xsara WRC, pilotado por Sébastien Loeb y Daniel Elena. "Tengo una pequeña lesión en un disco intervertebral de las cervicales y habrá que seguir la evolución que tengo cuando llegue a España, aunque espero que no sea nada importante", comentó Sainz. "Estoy decepcionado porque me hubiera gustado correr esta última carrera y hacerlo bien; pero bueno, por otro lado también tengo la alegría, que me dura, de las sensaciones tan increíbles y del cariño que me transmitió la gente en el Rally de Cataluña", añadió el piloto español. "Siempre me quedo con los buenos momentos. El de Cataluña fue un fin de semana muy emotivo, que no se me olvidará. Me hubiera gustado correr en Australia, pero qué le vamos a hacer", concluyó Carlos Sainz.