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Rusia, inesperada finalista al tumbar a Lituania (86-74)

La Rusia de Andrei Kirilenko será la rival de España este domingo (21.30 horas) en la final del Eurobasket 2007, que se disputará en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid, al vencer por 86-74 en las semifinales a una Lituania desfondada y huérfana de un Sarunas Jasikevicius diezmado por su lesión inoportuna contra Eslovenia.

L D (Europa Press)  El baloncesto fue despiadado con Lituania, con su juego veloz y múltiple, quizá, junto con el de España, el mejor del campeonato, y que pagó demasiado caro su primer error. La primera derrota de los lituanos, el único equipo invicto hasta ahora, les condujo a luchar este domingo (19.00 horas) contra Grecia por el bronce, un mal menor a un campeonato espléndido que torció con el pinchazo que sintió 'Saras'.
 
Hubo un tiempo, los años setenta y la década de los ochenta, en que el baloncesto era un espejo del mapa político mundial. La 'guerra fría'. Estados Unidos contra la URSS, dos potencias económicas, dos bloques y dos poderosos equipos que dominaban el orbe. Las medallas se las repartían en Mundiales y Juegos Olímpicos y tan sólo la extinta Yugoslavia, y aquella España de Los Angeles culpable de ojeras y falta de sueño en el verano de 1984, osaba romper el 'statu quo'. La Yugoslavia de entonces dividió sus fronteras. A la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas le sucedió otro tanto. Trazó nuevas divisiones donde antes no las había, repartió gentes y nacionalidades, segregó también a sus talentos en el baloncesto. Sus estrellas se vistieron camisetas de colores distintos, emigraron a la NBA e, incluso, contrataron a jugadores y técnicos norteamericanos.
 
Éste es el caso ruso, con un técnico israelo-estadounidense en el banco, David Blatt, y un base de color, Jon Robert Holden, su 'alter ego' en la cancha. "Estaba harto de la misma pregunta: ¿Por qué Rusia no pasa de los cuartos? Ya no tendré que oírla nunca más", dijo Platt en la rueda de prensa posterior a la victoria sobre la Francia de Tony Parker. Rusia llevaba toda una década sin optar a las medallas, toda una vida para una escuela acostumbrada al éxito. La última vez que lo hizo fue en el Europeo de Badalona, cuando se colgó el bronce. Se ha asegurado el podio ante una Lituania que, simplemente, estaba exhausta después del agónico triunfo contra Croacia en los cuartos de final.
 
Siempre fue a remolque, acumuló una desventaja que parecía definitiva (33-14) al principio, remontó apoyada en los puntos de Ramunas Siskauskas, el alero del Panathinaikos, el 'Pipen Báltico', 30 puntos a la basura, y cuando llegó a situarse al lado de Rusia (52-52) después de nadar mucho, emergió Kirilenko (29 puntos y ocho rebotes) para decantar el partido y alcanzar la final. Rusia acabó segunda en el grupo de España en la segunda fase. Sólo ha perdido una vez en este Eurobasket y fue contra los ibéricos, por 81-69, un dato para la estadística sin más. La última vez que jugó una final continental se remonta a muy lejos, al Europeo del 93, en el que cayó (70-71) frente a la anfitriona Alemania. Pepu sueña con que este domingo le suceda lo mismo.
 
 
Ficha técnica del partido
 
Rusia, 86 (25+15+25+21): Holden (18), Samoylenko (2), Khryapa (15), Savrasenko (8), Kirilenko (29) -cinco inicial-, Shabalkin (-), Morgunov (6), Pashutin (2), Monya (4) y Padius (2)
Lituania, 74 (12+21+25+16): Jasikevicius (5), Kaukenas (12), Siskauskas (30), D. Lavrinovic (-), Javtokas (3) -cinco inicial-, Maciulis (-), Songaila (8), Jasaitis (9), Kleiza (5) y K. Lavrinovic (2)
 
Árbitros: Lamonica (Italia), Muhvic (Croacia) y Sutulovic (Macedina). Excluyeron por faltas personales a Songaila (m.37)
Incidencias: Segunda semifinal del Eurobasket 2007 disputada en el Palacio de los Deportes de Madrid ante unos 11.000 espectadores
 
 

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