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PORTLAND LOGRA LA VICTORIA EN EL ÚLTIMO SEGUNDO

Rudy Fernández vuela sobre Yao Ming en una jugada que deja extasiada a la afición

Fernández tiene ya encandilada a la afición de Portland y más aún tras su partido ante los Rockets. En una jugada mágica, el español se deshizo magistralmente de Ron Artest y luego de la muralla china Yao Ming, al que dejó clavado con una bandeja de seda. En ese momento, el pabellón se vino abajo.

Fernández tiene ya encandilada a la afición de Portland y más aún tras su partido ante los Rockets. En una jugada mágica, el español se deshizo magistralmente de Ron Artest y luego de la muralla china Yao Ming, al que dejó clavado con una bandeja de seda. En ese momento, el pabellón se vino abajo.

LD (EFE) La historia del triunfo en la prórroga por 101-99 de los Portland  Trail Blazers sobre los Houston Rockets tuvo a dos grandes protagonistas en el escolta Brandon Roy y el novato español Rudy Fernández. Roy fue el héroe que en el último segundo y nueve décimas consiguió cinco puntos, incluido el triple ganador con el sonido final del partido, pero antes el que ofreció la magia en el toque de muñeca y los pases precisos fue Fernández. Cuando el entrenador de los Trail Blazers, Nate McMillan, dejó al español como primera opción de ataque, el equipo respondió a la perfección y consiguió su mayor ventaja en el marcador.

Precisión y "magia" española se vivió en el Rose Garden de Portland, cuando McMillan se decidió también a darle minutos al base canario Sergio Rodríguez. Primero fueron los triples de Rudy y luego una bandeja para la historia, al superar magistralmente en la penetración a canasta al alero Ron Artest, de los Rockets, con un quiebro de cintura excepcional y luego a la muralla china del pívot Yao Ming, al que dejó clavado con una bandeja de seda que puso al balón dentro de la canasta.

El delirio de los aficionados de los Trail Blazers fue completo, se levantaron y ovacionaron al jugador español, sobre todo porque en las gradas estaba sentado el pívot Greg Oden, el número uno del sorteo universitario del 2007, que los dejó sin el duelo con Ming, de nuevo por culpa de una lesión. No importaba. Allí estuvo Fernández para dejar sin reaccionar a Ming, que tampoco tuvo su mejor noche, mientras que el español, imparable, anotó siete puntos consecutivos al comienzo del cuarto periodo y le daba a su equipo la mayor ventaja del partido 83-73.

Como muestra del gran entendiendo que Rudy Fernández tiene con Sergio Rodríguez, fue el base canario el que le dio el pase para que anotase los dos últimos puntos de los 15 que aportó en el partido. Luego la defensa de los Rockets jugó mejor, McMillan no quiso apostar más por la pareja española, y a los Trail Blazers se les fue la ventaja en el marcador.

El partido también perdió "magia" y espectacularidad, aunque el triple milagroso de Roy salvó el triunfo de los Trail Blazers y le dio aun más valor a los tres que anotó Fernández, la bandeja para enmarcar ante Ming, y las seis asistencias de Rodríguez en sólo 11 minutos que vio acción

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