"Ha sido muy difícil perder a mi padre, pero debo ser fuerte y seguir adelante", ha dicho Rossi, tras recordar éste fue su primer entrenador y quien le hizo decantarse por la práctica del fútbol en los Estados Unidos, donde casi todos los estudiantes elegían otros deportes.
El jugador se entrenó con normalidad junto a sus compañeros, aunque ha reconocido que está muy cansado tras todo lo sucedido, pero tras la sesión preparatoria se mostró esperanzado en volver a recuperar el nivel que tenía antes de este mes. "Estoy anímicamente en condiciones de meterme de lleno en lo que está por llegar y lo digo con la mente puesta en mí, en mi club y en mi selección", ha considerado.
"Estamos a dos meses y medio del Mundial y, además, el Villarreal se lo juega todo en los próximos partidos. Por eso, hay que ayudar", ha concluido.