L D (Europa Press) A raíz de la que sufrió el 31 de julio, el atacante recurrió a numerosos doctores europeos, de Italia y Bélgica, y al final decidió viajar a Brasil para consultar al médico de la selección, José Luiz Runco. El galeno ha explicado que lo había sometido a la llamada terapia genética, conocida también como 'factor de crecimiento', que en Italia se puede hacer previa aceptación del Comité Nacional Olímpico Italiano (CONI), o en caso contrario puede ser acusado de dopaje.
Según las primeras informaciones, en este revolucionario tratamiento se le sacaron unos 30 ó 40 centímetros cúbicos de sangre que luego fueron centrifugados para obtener un concentrado de plaquetas. Ese concentrado se le inyectó después en el músculo dañado con un reactivo para que liberase el factor de crecimiento. Sin embargo, en un comunicado oficial del Milan, firmado también por Runco, se señala que Ronaldo no fue sometido a la terapia en base a "factores de crecimiento", pero, según el Corriere dello Sport, Runco le confirmó el domingo al diario, en una entrevista telefónica, que Ronaldo fue sometido a este tratamiento.
El Milan, además, estaría molesto con el jugador por no haber confiado en sus propios médicos, según afirma el periódico deportivo italiano. El jefe del equipo médico del Milan, Jean-Pierre Meersseman, dijo el lunes que Ronaldo requeriría de otro mes para poder volver a jugar. Ahora, ha dicho que están "en el punto cero", ante lo cual se excluye que pudiera volver el 7 de octubre para el partido Lazio-Milan y se podría postergar su vuelta al 21 de ese mismo mes para el encuentro Milan-Empoli.
Meersseman espera que el jugador confíe en ellos, aunque reconoce que se equivocaron en el primer diagnóstico, que concluyó que se trataba de una simple elongación de primer grado en su muslo izquierdo. "Inmediatamente después de la lesión, se realizó una ecografía y al día siguiente una resonancia magnética y otra ecografía, que indicaban que era de segundo grado", afirmaba. Y reconoce que esto molestó a Ronaldo: "El radiólogo, equivocadamente, le había dicho que se habría recuperado en cinco o seis días y esto tuvo obvias repercusiones para el jugador".