L D (EFE) El partido de homenaje que disputaron los antiguas selecciones de Brasil y México permitió a los miles de aficionados ver de nuevo a las grandes figuras de ambos países que participaron en el Mundial de 1994. Ninguno de los dos equipos defraudó y especialmente Romario que marcó los dos goles con los que Brasil ganó el partido, aunque tuvo que esperar a la segunda parte para conseguirlo. Antes en la primera, el también brasileño nacionalizado mexicano, Luis Roberto Alves, Zaguinho marcó el gol para México.
Luego llegó el momento de la despedida y la salida a hombros de Romario, que no pudo evitar las lágrimas para en la rueda de prensa reconocer que todo había sido "único". "Tener este ambiente, el cariño y la manera como me han tratado todos en Los Angeles, es algo que jamás olvidaré", declaró Romario. "Ahora me doy cuenta de todo lo grande que es el deporte del fútbol y la aportación que he hecho al deporte". El legendario jugador, considerado como uno de los más grandes delanteros de las dos últimas décadas, dijo que el fútbol de Brasil siempre estaría a la vanguardia del deporte rey.
Romario, que con su número 11 en la espalda volvió a ser el jugador menudo, genial en el regate y que siempre encontraba la manera de superar a los defensas. Sus dos goles confirmaron la efectividad y grandeza de su fútbol y sobre todo la forma como volvió a motivar a los miles de aficionados que fueron a verlo junto a las grandes ex figuras de Brasil y México. La selección brasileira estaba formada por los campeones mundiales de 1994: Taffarel, Jorginho, Mauro Silva, Ricardo Rocha, Branco, Zinho, Aldair, Dunga, Bebeto, Romario, y Marcio Santos, bajo la dirección de Carlos Alberto Parreira. Por méxico estuvieron Campos, Raúl Gutiérrez, Ramírez Perales, José Luis Salgado, Ignacio Ambriz, Ramón Ramírez, Marcelino Bernal, Alberto García Aspe, Joaquín del Olmo, Luis Hernández y Luis García, dirigidos por Miguel Mejia Barón.
Campos, el portero internacional de México, que también se retiró del fútbol activo, reconoció que vivir en Los Angeles su despedida había sido lo más grande. "Después de haber jugado tantas veces en Los Ángeles con México, los equipos de mi país y el Galaxy era como hacerlo en casa", declaró Campos. "El cariño que me demostraron de nuevo los aficionados angelinos será algo inolvidable".
Luego llegó el momento de la despedida y la salida a hombros de Romario, que no pudo evitar las lágrimas para en la rueda de prensa reconocer que todo había sido "único". "Tener este ambiente, el cariño y la manera como me han tratado todos en Los Angeles, es algo que jamás olvidaré", declaró Romario. "Ahora me doy cuenta de todo lo grande que es el deporte del fútbol y la aportación que he hecho al deporte". El legendario jugador, considerado como uno de los más grandes delanteros de las dos últimas décadas, dijo que el fútbol de Brasil siempre estaría a la vanguardia del deporte rey.
Romario, que con su número 11 en la espalda volvió a ser el jugador menudo, genial en el regate y que siempre encontraba la manera de superar a los defensas. Sus dos goles confirmaron la efectividad y grandeza de su fútbol y sobre todo la forma como volvió a motivar a los miles de aficionados que fueron a verlo junto a las grandes ex figuras de Brasil y México. La selección brasileira estaba formada por los campeones mundiales de 1994: Taffarel, Jorginho, Mauro Silva, Ricardo Rocha, Branco, Zinho, Aldair, Dunga, Bebeto, Romario, y Marcio Santos, bajo la dirección de Carlos Alberto Parreira. Por méxico estuvieron Campos, Raúl Gutiérrez, Ramírez Perales, José Luis Salgado, Ignacio Ambriz, Ramón Ramírez, Marcelino Bernal, Alberto García Aspe, Joaquín del Olmo, Luis Hernández y Luis García, dirigidos por Miguel Mejia Barón.
Campos, el portero internacional de México, que también se retiró del fútbol activo, reconoció que vivir en Los Angeles su despedida había sido lo más grande. "Después de haber jugado tantas veces en Los Ángeles con México, los equipos de mi país y el Galaxy era como hacerlo en casa", declaró Campos. "El cariño que me demostraron de nuevo los aficionados angelinos será algo inolvidable".